Encontrados 455 resultados para: elección de sacerdotes

  • Y aquí tenemos un juramento, lo que no se dio cuando los otros fueron hechos sacerdotes. (Carta a los Hebreos 7, 20)

  • Los sacerdotes anteriores se sucedían el uno al otro porque, siendo mortales, no podían permanecer. (Carta a los Hebreos 7, 23)

  • A diferencia de los sumos sacerdotes, él no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados, y luego por los del pueblo. Y para el pueblo no lo hizo sino una sola vez ofreciéndose a sí mismo. (Carta a los Hebreos 7, 27)

  • Así, pues, todo es insuficiente en los sumos sacerdotes que la Ley establece, mientras que ahora, después de la Ley, Dios habla y pronuncia un juramento para establecer al Hijo eternamente perfecto. (Carta a los Hebreos 7, 28)

  • Estando todo dispuesto de esta manera, los sacerdotes entran en todo tiempo en la primera habitación para cumplir su ministerio; (Carta a los Hebreos 9, 6)

  • Los sacerdotes están de servicio diariamente para cumplir su oficio, ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca tienen el poder de quitar los pecados. (Carta a los Hebreos 10, 11)

  • También ustedes, como piedras vivas, edifíquense y pasen a ser un Templo espiritual, una comunidad santa de sacerdotes que ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios, por medio de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 2, 5)

  • Pero ustedes son una raza elegida, un reino de sacerdotes, una nación consagrada, un pueblo que Dios hizo suyo para proclamar sus maravillas; pues el los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. (1º Carta de Pedro 2, 9)

  • y por su sangre nos ha purificado de nuestros pecados, haciendo de nosotros un reino y una raza de sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 1, 6)

  • Los hiciste reino y sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra. (Apocalipsis 5, 10)

  • ¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años. (Apocalipsis 20, 6)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina