Encontrados 43 resultados para: duró

  • El reinado de Zimri, en Tirsa, el año veintisiete de Asá, rey de Judá, no duró más de seis días. (1 Reyes 16, 15)

  • Tenía entonces veinticinco años y su reinado en Jerusalén duró veintinueve años. Su madre era Abí, hija de Zacarías. (2 Reyes 18, 2)

  • El tiempo que duró su reinado sobre Israel fue de cuarenta años. En Hebrón reinó siete años y en Jerusalén treinta y tres. (1 Crónicas 29, 27)

  • Pero el combate se puso más duro, de modo que tuvieron que sostener al rey en pie en su carro de guerra frente a los arameos hasta la tarde; a la caída del sol, murió. (2 Crónicas 18, 34)

  • Leyeron el libro de la Ley de Dios diariamente, desde el primer día hasta el último de la fiesta; la fiesta duró siete días y se concluyó el día octavo con una asamblea. (Nehemías 8, 18)

  • El saqueo del campamento asirio duró un mes. A Judit le dieron la tienda de campaña de Holofernes con los objetos de plata, las camas, los cojines y todos los muebles. Ella lo tomó, trajo su mula y cargó todo en unos carros. (Judit 15, 11)

  • Transcurrido este tiempo, el rey ofreció a toda la población de Susa, desde el más grande hasta el más chico, un banquete que duró siete días y que tuvo lugar en los jardines del palacio. (Ester 1, 5)

  • ¿Acaso te conviene mostrarte duro, despreciar la obra de tus manos y justificar las teorías de los malvados? (Job 10, 3)

  • Su corazón es duro como roca, resistente como piedra de molino. (Job 41, 17)

  • El combate duró hasta la puesta del sol, y aquel día murió Demetrio. (1 Macabeos 10, 50)

  • se olvidó de sus promesas y cambió de actitud con Jonatán. No lo trató con la benevolencia que éste le había tenido, sino que comenzó a portarse muy duro con él. (1 Macabeos 11, 53)

  • El Macabeo se dio cuenta que Nicanor le daba un trato más reservado y se ponía más duro en las entrevistas acostumbradas, y comprendió que aquella conducta no anunciaba nada bueno. Empezó a reunir a algunos de los suyos y no se dejó ver ya por Nicanor. (2 Macabeos 14, 30)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina