Encontrados 322 resultados para: diez tribus

  • Pasó por Idumea y acampó en Betsur. En ese lugar, Judas le salió al encuentro con diez mil hombres. (1 Macabeos 4, 29)

  • Cuando Jonatán tuvo conocimiento del mensaje de Apolonio, se impresionó mucho. Salió de Jerusalén con diez mil hombres escogidos, y su hermano Simón vino a ayudarlo. (1 Macabeos 10, 74)

  • Al correrse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón, reuniendo unos diez mil hombres, asaltó de improviso la ciudad. Se defendieron desde las murallas, pero una vez tomadas éstas, toda la ciudad cayó en manos de Jasón, mientras que Menelao se refugió en la fortaleza. (2 Macabeos 5, 5)

  • Judas Macabeo, sin embargo, y con él otros diez, se habían retirado al desierto, aceptando compartir la vida de los animales salvajes. Allí se alimentaban con puras legumbres, pues no querían comer carnes impuras. (2 Macabeos 5, 27)

  • Dositeo y Sosípatro, jefes de las tropas del Macabeo, marcharon contra ellos y exterminaron la guarnición de más de diez mil hombres dejados por Timoteo. (2 Macabeos 12, 19)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y jefe del gobierno. Cada uno de ellos mandaba un ejército griego de ciento diez mil hombres de infantería, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y unos trescientos carros de guerra con hoces. (2 Macabeos 13, 2)

  • La sabiduría hace al sabio más poderoso que los diez jefes de su ciudad. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 19)

  • donde durante diez meses fui modelado en su sangre, a partir del semen viril y del placer compartido en una cama. (Sabiduría 7, 2)

  • Reúne a todas las tribus de Jacob y entrégales como al comienzo su heredad. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 10)

  • El Señor la decretó para todo ser viviente: ¿rehusarás algo que le pareció bueno al Altísimo? Ya sea que hayas vivido diez, cien o mil años, a nadie le importarará eso en la Morada de abajo. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 4)

  • Luego hizo reposar sobre la cabeza de Jacob la bendición para todos los hombres, lo mismo que la alianza; lo bendijo personalmente y le dio el país como herencia. Lo dividió en partes y las distribuyó entre las doce tribus. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 23)

  • Piedras preciosas destellaban, grabadas como sellos, engastadas por el joyero en una montura de oro. Allí se leían los nombres de las tribus de Israel: era para tenerlas siempre presentes en la memoria del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 11)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina