Encontrados 438 resultados para: diez carros de bronce

  • Harás asimismo cincuenta hebillas de bronce, mediante las cuales se traben las presillas para que se forme un solo toldo. (Exodo 26, 11)

  • Luego harás cinco columnas de madera de acacia, de las que cuelgue esta cortina. Serán cubiertas con láminas de oro y puestas sobre basas de bronce. (Exodo 26, 37)

  • De sus cuatro esquinas saldrán cuatro cuernos que harán un cuerpo con él, y los cubrirás con láminas de bronce. (Exodo 27, 2)

  • Para el servicio del altar fabricarás unas calderas donde recoger las cenizas, tenazas, tridentes y braseros. Todos estos utensilios serán de bronce. (Exodo 27, 3)

  • Harás también un enrejado de bronce en forma de red en cuyos cuatro ángulos habrá cuatro anillos de bronce, (Exodo 27, 4)

  • Harás también dos varas de madera de acacia cubiertas con láminas de bronce para transportar el altar: (Exodo 27, 6)

  • Colgarán de veinte columnas con otras tantas basas de bronce, cuyos ganchos y varillas serán de plata. (Exodo 27, 10)

  • Harás lo mismo para el lado del norte. Las cortinas tendrán cincuenta metros de largo; las veinte columnas con sus veinte basas serán de bronce, pero los ganchos y las varillas serán de plata. (Exodo 27, 11)

  • Por el lado del mar, esto es al oeste, lo ancho, unas cortinas de veinticinco metros marcarán su anchura; habrá diez columnas con otras tantas basas. (Exodo 27, 12)

  • Ante la entrada del atrio se pondrá una cortina de diez metros hecha de lino fino retorcido y bordado de color jacinto, púrpura y de grana dos veces teñida. Se sostendrá en cuatro columnas con otras tantas basas. (Exodo 27, 16)

  • Todas las columnas que cercan el atrio llevarán varillas de plata, con ganchos de plata y basas de bronce. (Exodo 27, 17)

  • El atrio tendrá una extensión de cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho. La altura de las cortinas será de dos metros y medio; se harán de lino fino retorcido y tendrán basas de bronce. (Exodo 27, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina