Encontrados 11 resultados para: despojado

  • Andarás a tientas en pleno mediodía, como anda el ciego en la oscuridad, y fracasarás en tus empresas. Siempre serás un hombre oprimido y despojado, sin que nadie salga en tu defensa. (Deuteronomio 28, 29)

  • Cuando los israelitas del territorio de Judá supieron que Holofernes, jefe supremo del ejército de Nabucodonosor, rey de Asiria, había despojado a los pueblos vecinos y destruido sus santuarios, (Judit 4, 1)

  • si he devuelto mal por bien, o despojado sin razón a mi contrario, (Salmos 7, 5)

  • cuando atienda la oración del despojado y no se haga sordo a su plegaria. (Salmos 102, 18)

  • quedó humillado con el auxilio de Dios por aquellos mismos que él había despreciado. Despojado de su rico traje, huyendo a través de los campos como fugitivo, llegó a Antioquía demasiado feliz todavía de haber escapado a la destrucción de su ejército. (2 Macabeos 8, 35)

  • por eso yo fui despojado de la dignidad de mis antepasados, el sumo sacerdocio, y vine aquí, (2 Macabeos 14, 7)

  • La verdad ya no existe, y el que se aparta del mal es despojado. EL SEÑOR INTERVIENE Lo vio Yavé y no le gustó que no hubiera justicia. (Isaías 59, 15)

  • Practiquen la justicia y hagan el bien, libren de la mano del opresor al que fue despojado; no maltraten al forastero ni al huérfano ni a la viuda; no les hagan violencia, ni derramen sangre inocente en este lugar. (Jeremías 22, 3)

  • Por eso, se acerca ya el tiempo, dice Yavé, en que haré resonar, en Rabbá de los amonitas, el grito de guerra. Quedará convertida en un montón de escombros abandonados y sus aldeas serán incendiadas. Entonces Israel despojará a los que lo habían despojado, afirma Yavé. (Jeremías 49, 2)

  • Con esto, el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo; no le quitará lo que le pertenece, sino que de sus propios bienes dará una herencia a sus hijos; así mi pueblo no será despojado de su herencia". (Ezequiel 46, 18)

  • Así como has despojado a muchas naciones, lo que queda de los pueblos te despojará a ti. ( ) (Habacuc 2, 8)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina