Encontrados 380 resultados para: derrota de los enemigos

  • Y seguí: «No está bien lo que ustedes hacen. ¿No quieren vivir obedeciendo a nuestro Dios? ¿Quieren imitar las prácticas vergonzosas de nuestros enemigos paganos? (Nehemías 5, 9)

  • Sambalat, Tobías, el árabe, Guesem y los demás enemigos nuestros supieron que yo había levantado nuevamente la muralla de Jerusalén. No quedaba ningún hoyo, aunque todavía no se habían puesto las puertas. (Nehemías 6, 1)

  • Cuando nuestros enemigos y los pueblos vecinos lo supieron, tuvieron miedo y se acobardaron. Tuvieron que reconocer en eso la obra de Dios. (Nehemías 6, 16)

  • Tú los entregaste en poder de sus enemigos, que los oprimieron. Durante su opresión clamaban a ti y tú los escuchabas desde el cielo; así que, por tu inmensa bondad, les mandabas salvadores que los libraron de sus opresores. (Nehemías 9, 27)

  • Pero cuando se apartaron del camino que les había trazado, fueron exterminados en numerosos desastres y desterrados a otros países; el Templo de su Dios fue arrasado y sus ciudades tomadas por los enemigos. (Judit 5, 18)

  • Pero si no hay maldad en esa gente, déjalos y vuélvete, no sea que su Dios los proteja con su escudo y toda la tierra sea testigo de nuestra derrota.» (Judit 5, 21)

  • Desanimados, clamaron los israelitas al Señor, su Dios, al ver que los rodeaban sus enemigos sin que pudieran escapar. (Judit 7, 19)

  • Cuando llegaron a su casa les dijo: «Escúchenme, jefes de Betulia. No están bien las palabras que han pronunciado delante del pueblo, cuando incluso han jurado ante Dios que entregarían la ciudad a nuestros enemigos si en el plazo convenido el Señor no les enviaba socorro. (Judit 8, 11)

  • Si no quiere socorrernos en el plazo de cinco días, tiene poder para salvarnos en cualquier otro momento, como lo tiene para destruirnos en presencia de nuestros enemigos. (Judit 8, 15)

  • por lo cual, en castigo, nuestros padres fueron entregados a la espada y al saqueo, y murieron en forma desastrosa ante sus enemigos. (Judit 8, 19)

  • Esta noche estén en la puerta de la ciudad. Yo saldré con mi sirvienta y, antes del plazo que se han fijado para entregar la ciudad a nuestros enemigos, el Señor, por mi medio, visitará a Israel. (Judit 8, 33)

  • Entonces Ozías y los jefes le dijeron: «Vete en paz, y que el Señor Dios vaya delante de ti para tomar venganza de nuestros enemigos.» (Judit 8, 35)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina