Encontrados 448 resultados para: delante

  • Los hombres partieron y se dirigieron a Sodoma, mientras Yavé se quedaba de pie delante de Abrahán. (Génesis 18, 22)

  • Pues Yavé, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la familia de mi padre y del país donde nací, me prometió con juramento que entregaría este país a mis descendientes. Y enviará a su Angel delante de ti, para que traigas de allá una mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Después las colocó ante las pilas y abrevaderos, justo delante de esas que al beber entraban en celo. (Génesis 30, 38)

  • Luego los dividió en varios grupos y confió cada uno de ellos a un servidor, con esta orden: «Vayan delante de mí, y mantengan cierta distancia entre un grupo y otro.» (Génesis 32, 17)

  • «Así han de hablar a Esaú cuando lo encuentren». Y también le dirán: «Tu siervo Jacob ya viene detrás de nosotros.» Pues Jacob pensaba: «Lo aplacaré con los regalos que le envío delante, y cuando después me encuentre frente a él, quizá me reciba sin enojo.» (Génesis 32, 21)

  • Envió, pues, los regalos por delante, y él se quedó aquella noche en el campamento. (Génesis 32, 22)

  • Situó a las dos siervas con sus hijos por delante; detrás colocó a Lía con sus hijos, después a Raquel y a José. (Génesis 33, 2)

  • El mismo pasó delante de todos, y se inclinó siete veces hasta el suelo antes de alcanzar a su hermano. (Génesis 33, 3)

  • «Vamos -dijo después Esaú-, pongámonos en marcha, que yo iré delante de ti.» (Génesis 33, 12)

  • Vaya mi señor delante de su siervo, y yo caminaré con calma al paso del ganado que viene detrás de mí y al paso de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.» (Génesis 33, 14)

  • Luego lo hizo subir a la segunda carroza del palacio e iban gritando delante de él: «¡Abran camino!» Así quedó José al frente de todo el país de Egipto. (Génesis 41, 43)

  • Judá y sus hermanos volvieron a la casa de José, que todavía estaba allí, y se postraron con el rostro por tierra delante de él. (Génesis 44, 14)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina