Encontrados 69 resultados para: dejen

  • Joram se había retirado a Jezrael para mejorar de sus heridas recibidas en el combate. Jehú dijo: «Si les parece, no dejen salir a nadie de la ciudad, no sea que vaya a avisar al rey en Jezrael.» (2 Reyes 9, 15)

  • «Oigan el mensaje del gran rey de Asur. Así habla el rey: No se dejen engañar por Ezequías, porque no los podrá salvar, (2 Reyes 18, 29)

  • El rey ordenó: «Dejen en paz la tumba, y que nadie toque sus huesos.» Y sus huesos, junto con los del profeta de Samaria, no fueron tocados. (2 Reyes 23, 18)

  • Ahora, pues, a los ojos de todo el pueblo de Israel, que es la asamblea de Yavé, y a oídos de nuestro Dios, guarden y mediten todos los mandamientos de Yavé su Dios, para que puedan poseer esta tierra espléndida y la dejen como heredad a sus hijos después de ustedes para siempre. (1 Crónicas 28, 8)

  • No dejen de poner en esto gran cuidado, no sea que el mal aumente con perjuicio nuestro.» (Esdras 4, 22)

  • También los levitas tranquilizaron al pueblo diciéndole: «Dejen de llorar. Este día es día de fiesta. No estén tristes.» (Nehemías 8, 11)

  • Coloquen una copia de esta carta en todo lugar público, dejen que los judíos observen sus propias costumbres (Ester 16, 19)

  • Señor, que perezcan por tu mano, acaba con ellos, no los dejes vivir. Llénales el vientre de lo que les reservas, que sus hijos también queden saciados y que dejen las sobras a sus nietos. (Salmos 17, 14)

  • dejen que me concentre en un refrán, lo explicaré luego al son del arpa. (Salmos 49, 5)

  • Cuando Judas llegó al borde del torrente, colocó a los oficiales del pueblo a la orilla y les ordenó: «No dejen acampar a nadie, sino que todos vayan al combate.» (1 Macabeos 5, 42)

  • "¡Dejen a un lado su locura y vivirán, anden por los caminos de la verdad!" (Proverbios 9, 6)

  • dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien. Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan a la viuda.» (Isaías 1, 17)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina