Encontrados 121 resultados para: debe

  • Ser judío es una realidad íntima, y la circuncisión debe ser la del corazón, obra espiritual y no cuestión de leyes escritas. No es algo que puedan valorar los hombres, sino sólo Dios. (Carta a los Romanos 2, 29)

  • Cada uno en esta vida debe someterse a las autoridades. Pues no hay autoridad que no venga de Dios, y los cargos públicos existen por voluntad de Dios. (Carta a los Romanos 13, 1)

  • Den, pues, a cada uno lo que le corresponde: el impuesto, si se le debe impuesto; las tasas, si se le deben tasas; obediencia, si corresponde obedecer; respeto si se le debe respeto. (Carta a los Romanos 13, 7)

  • El que come de todo no debe despreciar al que se abstiene; y el que no come de todo, que no critique al que come, pues Dios lo ha tomado tal como es. (Carta a los Romanos 14, 3)

  • Recíbanla bien, como debe hacerse entre cristianos y santos hermanos, y ayúdenla en todo lo que necesite, pues muchos están en deuda con ella, y yo también. (Carta a los Romanos 16, 2)

  • El varón no debe cubrirse la cabeza porque es imagen y reflejo de Dios, mientras que la mujer es reflejo del hombre. (1º Carta a los Corintios 11, 7)

  • La mujer, pues, debe llevar sobre la cabeza el signo de su dependencia; de lo contrario, ¿qué pensarían los ángeles? (1º Carta a los Corintios 11, 10)

  • Está dicho que debe ejercer el poder hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies, (1º Carta a los Corintios 15, 25)

  • ¡Necio! Lo que tú siembras debe morir para recobrar la vida. (1º Carta a los Corintios 15, 36)

  • Concluyan, pues, esa obra; lo que se ha decidido con entusiasmo debe ser llevado a cabo según las propias posibilidades. (2º Carta a los Corintios 8, 11)

  • Tengo la convicción en el Señor de que piensan como yo, pero el que los perturba, sea quien fuere, debe ser juzgado. (Carta a los Gálatas 5, 10)

  • El que se hace instruir, debe retribuir al que lo instruye con cualquier cosa que tenga. (Carta a los Gálatas 6, 6)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina