Encontrados 31 resultados para: cumbre
Después levantarás un altar a Yavé sobre esta cumbre y me sacrificarás el toro, quemándolo con la leña del tronco sagrado.» (Jueces 6, 26)
Se lo anunciaron a Jotam, quien se colocó en la cumbre del monte Garizim. Allí alzó la voz y clamó: «Escúchenme, señores de Siquem, y que Dios los escuche. (Jueces 9, 7)
Sansón durmió hasta medianoche; y, a medianoche, se levantó, tomó las hojas de la puerta de la ciudad con su marco, las arrancó junto con la barra, se las cargó a las espaldas y las llevó hasta la cumbre del cerro que está frente a Hebrón. (Jueces 16, 3)
David pasó al otro lado y se colocó en la cumbre del cerro, quedando un gran espacio entre él y el campamento enemigo. (1 Samuel 26, 13)
Al llegar David a la cumbre donde se adora a Dios, salió a su encuentro Jusay el arquita, amigo de David, con la túnica desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. (2 Samuel 15, 32)
Apenas pasó David la cumbre, vino a su encuentro Sibá, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la estación y un botellón de vino. (2 Samuel 16, 1)
Subió Ajab a comer y beber, mientras que Elías subía a la cumbre del monte Carmelo, donde se postró con el rostro entre las rodillas. (1 Reyes 18, 42)
Ocozías envió un jefe de cincuenta, que subió con sus cincuenta hombres para buscarlo. Elías estaba sentado en la cumbre del cerro. El jefe le dijo: «Hombre de Dios, el rey manda que bajes.» (2 Reyes 1, 9)
Por boca de tus mensajeros has insultado a Yavé y dijiste: Con mis muchos carros armados subo a la cumbre de los montes, a las laderas del Líbano. He derribado sus altos cedros, sus cipreses más hermosos y sus mejores abetos; he penetrado hasta sus últimos refugios y las frondosas selvas de su Carmelo. (2 Reyes 19, 23)
Cuando los de Judá llegaron a la cumbre desde donde se divisa el desierto, vieron todo el campo cubierto de cadáveres sin que uno solo hubiera quedado con vida. (2 Crónicas 20, 24)
Los hijos de Judá apresaron vivos a diez mil de ellos y, llevándolos a la cumbre de la Peña, los precipitaron desde allí, quedando todos ellos reventados. (2 Crónicas 25, 12)
Cuando los hombres de la ciudad los divisaron, tomaron sus armas y salieron hacia la cumbre del monte, mientras que los honderos impedían su subida, disparándoles piedras. (Judit 6, 12)