Encontrados 64 resultados para: cuidado

  • y David alternaba sus viajes al campamento de Saúl con el cuidado del rebaño de su padre en Belén. (1 Samuel 17, 15)

  • David, al ver esto, dejó las cosas al cuidado del guarda de equipajes, corrió a las filas y fue a saludar a sus hermanos. (1 Samuel 17, 22)

  • «Saúl, mi padre, anda tratando de matarte. Ten, pues, mucho cuidado y mañana, por favor, no te dejes ver y escóndete. (1 Samuel 19, 2)

  • Abner respondió: «¿Quién eres tú, que llamas al rey?» David dijo: «Por Dios, ¿no eres tú un valiente? ¿Y quién como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has cuidado al rey tu señor cuando uno entró en el campamento para matarlo? ¿Así cumples con tu deber? (1 Samuel 26, 15)

  • Por la vida de Yavé, merecen la muerte todos ustedes, que no han cuidado a su señor, el ungido de Yavé. ¿Dónde está la lanza del rey y el jarro de agua que había junto a su cabecera?» (1 Samuel 26, 16)

  • porque los cuatro jefes de los porteros eran permanentes; algunos levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros de la Casa de Dios. (1 Crónicas 9, 26)

  • Unos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban al meterlos y al sacarlos. (1 Crónicas 9, 28)

  • Matatías, uno de los levitas, primogénito de Salum el coreíta, estaba al cuidado constante de las cosas que se freían en sartén. (1 Crónicas 9, 31)

  • Estas secciones de los porteros, todo el personal masculino, igual que sus hermanos, tenían el cuidado del ministerio de la Casa de Yavé. (1 Crónicas 26, 12)

  • Este Selomit y sus hermanos estaban al cuidado de las cosas que el rey David, los cabezas de las casas paternas, los jefes de mil y de cien y los demás jefes del ejército habían consagrado a Yavé. (1 Crónicas 26, 26)

  • Además, todo lo que habían consagrado el profeta Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba al cuidado de Selomit y sus hermanos. (1 Crónicas 26, 28)

  • De los almacenes de aceite, Joas. De los rebaños de vacas que pacían en Sarón, Sitray el saronita; los que pacían en los valles estaban bajo cuidado de Safat, hijo de Adalay. (1 Crónicas 27, 29)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina