Encontrados 15 resultados para: cubrieron

  • Así lo hizo Aarón, y salieron tantas ranas que cubrieron todo el país de Egipto. (Exodo 8, 2)

  • Invadieron Egipto y se desparramaron por todas las tierras en tal cantidad que nunca se habían visto tantas, ni jamás volverán a verse. Ocultaron la luz del sol y cubrieron todas las tierras; (Exodo 10, 14)

  • Así lo hizo Moisés, y al instante densas tinieblas cubrieron Egipto por espacio de tres días. (Exodo 10, 22)

  • Las aguas al volver cubrieron los carros, los caballos y su gente, o sea, todo el ejército de Faraón que había entrado en el mar persiguiéndolos: no se escapó ni uno solo. (Exodo 14, 28)

  • Aquella misma tarde llegaron codornices, que cubrieron el campamento. Y, por la mañana, en torno al campamento, había una capa de rocío. (Exodo 16, 13)

  • Entonces Josué y todos los jefes de Israel rasgaron sus vestidos, se cubrieron de ceniza la cabeza y permanecieron postrados delante del Arca de Yavé hasta la tarde. (Josué 7, 6)

  • Los habitantes de Jerusalén, con sus esposas y sus niños, se arrodillaron ante el Templo, cubrieron de ceniza sus cabezas y extendieron las manos para rezar ante el Señor. (Judit 4, 11)

  • Cubrieron el altar de saco, y todos a una voz pidieron al Dios de Israel que no permitiera arrebatar a sus hijos y esposas, destruir sus ciudades y profanar su Templo. (Judit 4, 12)

  • De su sombra se cubrieron las montañas y de sus pámpanos, los cedros divinos. (Salmos 80, 11)

  • Las aguas cubrieron a sus adversarios ni uno solo de entre ellos escapó. (Salmos 106, 11)

  • Ante su avance, los hombres del Macabeo, suplicando a Dios, se cubrieron de polvo la cabeza y se vistieron de saco. (2 Macabeos 10, 25)

  • Cuando los hombres de Judas se enteraron de la venida de Nicanor y de la invasión de los paganos, se cubrieron de polvo, invocando a Aquel que había establecido a su pueblo para siempre y que, en cada oportunidad, protegía a los suyos con milagros manifiestos. (2 Macabeos 14, 15)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina