Encontrados 202 resultados para: corte de piedra

  • Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan.» (Evangelio según San Lucas 4, 3)

  • y también: Ellos te llevarán en sus manos, para que tu pie no tropiece en ninguna piedra.» (Evangelio según San Lucas 4, 11)

  • Mejor sería que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, antes que hacer caer a uno de estos pequeños. (Evangelio según San Lucas 17, 2)

  • Te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has reconocido el tiempo ni la visita de tu Dios.» (Evangelio según San Lucas 19, 44)

  • Jesús, fijando su mirada en ellos, les dijo: «¿Qué significan entonces esas palabras de la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra principal. (Evangelio según San Lucas 20, 17)

  • El que caiga sobre esta piedra se hará pedazos, y al que le caiga encima quedará aplastado?» (Evangelio según San Lucas 20, 18)

  • Jesús les dijo: «Mírenlo bien, porque llegarán días en que todo eso será arrasado y no quedará piedra sobre piedra.» (Evangelio según San Lucas 21, 6)

  • Después se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y doblando las rodillas oraba (Evangelio según San Lucas 22, 41)

  • Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, (Evangelio según San Lucas 24, 2)

  • Y se lo presentó a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero te llamarás Kefas» (que quiere decir Piedra). (Evangelio según San Juan 1, 42)

  • Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. (Evangelio según San Juan 2, 6)

  • Como ellos insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra.» (Evangelio según San Juan 8, 7)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina