Encontrados 43 resultados para: conviene
Te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, y mejor servimos a los egipcios, porque más no conviene servir a los egipcios que morir en el desierto.» (Exodo 14, 12)
El mismo irá achicando a tu vista estas naciones poco a poco y por partes, pues no te conviene acabar con ellas de una sola vez, no sea que se multipliquen contra ti las fieras salvajes. (Deuteronomio 7, 22)
Me serás más útil si vuelves a la ciudad y vas a decir a Absalón: «Señor, mi rey, así como serví antes a tu padre, así quiero ahora servirte a ti.» Y luego te opondrás a los planes de Ajitofel y aconsejarás lo que a mí me conviene. (2 Samuel 15, 34)
Luego dijo a toda la asamblea de Israel: «Si les parece bien y la cosa conviene a Yavé, nuestro Dios, vamos a mandar un mensaje a nuestros hermanos que han quedado en todas las regiones de Israel y, además, a los sacerdotes y levitas en sus ciudades y aldeas, para que se reúnan con nosotros; (1 Crónicas 13, 2)
y ya has designado profetas para proclamarte rey de Jerusalén. El rey va a saber eso, así que te conviene que conversemos los dos.» (Nehemías 6, 7)
Pero el ángel, tomándolos aparte, les dijo: «Bendigan a Dios, denle gracias y proclamen su grandeza ante todos los vivientes por lo que hizo en favor de ustedes. Conviene bendecir a Dios, celebrar su Nombre y revelar sus obras. No demoren en darle gracias, (Tobías 12, 6)
ya que es bueno guardar el secreto del rey, pero conviene descubrir y alabar las obras de Dios. Practiquen el bien, porque así nunca los alcanzará el mal. (Tobías 12, 7)
Fue entonces a ver al rey y le dijo: «En medio de la gran población de todas tus provincias vive un pueblo que no se junta con nadie. Sus leyes son totalmente distintas a las demás y no toman en cuenta tus decretos. Por ningún motivo te conviene dejarlos tranquilos. (Ester 3, 8)
Según él, mezclado con las diversas tribus de la tierra, se halla un pueblo que es enemigo de todos, cuyas leyes son contrarias a las de las otras naciones y que constantemente está desobedeciendo nuestras disposiciones, de tal manera que impide que podamos gobernar como conviene para el bien de todos. (Ester 13, 4)
¿Acaso te conviene mostrarte duro, despreciar la obra de tus manos y justificar las teorías de los malvados? (Job 10, 3)
En Sión, oh Dios, conviene alabarte y en Jerusalén cumplir nuestras promesas, (Salmos 65, 2)
Alaben al Señor porque él es bueno, canten a nuestro Dios porque es amable, porque a él le conviene la alabanza. (Salmos 147, 1)