Encontrados 365 resultados para: construcción del templo

  • su jefe partió para Persia con un ejército al parecer invencible, pero los sacerdotes de la diosa Nanea le tendieron una trampa y lo mataron en su templo. (2 Macabeos 1, 13)

  • Los sacerdotes de Nanea las expusieron y él se presentó con unas pocas personas en el recinto sagrado. Pero, en cuanto entró Antíoco, cerraron el templo. (2 Macabeos 1, 15)

  • de Casleu la Purificación del Templo, nos ha parecido conveniente informarlos para que también ustedes celebren la fiesta de las Tiendas y recuerden el fuego aparecido cuando Nehemías, el que construyó el Templo y el altar, ofreció sacrificios. (2 Macabeos 1, 25)

  • Se explica también que Salomón, inspirado por su sabiduría, ofreció el sacrificio de la dedicación y de la terminación del Templo. (2 Macabeos 2, 9)

  • Estando a punto de celebrar la fiesta de la Purificación del Templo, les decimos que harán bien en celebrar asimismo ustedes estas fiestas. (2 Macabeos 2, 16)

  • Pues Dios acaba de salvar a todo su pueblo y de devolver a todos la tierra de su herencia; nos ha permitido recuperar su reino y el Templo, y restablecer el culto que se le da en ese Templo, como nos lo tenía ordenado en su Ley. (2 Macabeos 2, 17)

  • La historia de Judas Macabeo y de sus hermanos ha sido escrita por Jasón de Cirene. Relató la Purificación del templo del Altísimo, la dedicación del altar, (2 Macabeos 2, 19)

  • recuperaron el Templo famoso en todo el mundo, liberaron la ciudad y restablecieron las leyes que estaban a punto de ser abolidas, pues el Señor les fue propicio con toda bondad. (2 Macabeos 2, 22)

  • Pues, así como el arquitecto de una casa nueva tiene que preocuparse de toda la construcción, en tanto que los pintores y decoradores sólo se preocupan de lo que se refiere a su oficio, así es lo que nos sucede a nosotros. (2 Macabeos 2, 29)

  • Pero un tal Simón, sacerdote de la tribu de Bilgá, administrador del Templo, se enemistó con el Sumo Sacerdote porque decía que a él le correspondía la fiscalización de los mercados de la ciudad. (2 Macabeos 3, 4)

  • En fin, Onías mostró que era del todo imposible defraudar a los que habían puesto su confianza en la santidad del Lugar y en la majestad inviolable de aquel Templo venerado en todo el mundo. (2 Macabeos 3, 12)

  • Mientras ellos suplicaban al Señor Todopoderoso para que guardara intactos y seguros los depósitos del Templo para aquellos que los habían entregado, (2 Macabeos 3, 22)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina