Encontrados 35 resultados para: comunicó

  • Atenobio, amigo del rey, llegó a Jerusalén, y viendo la fastuosidad de Simón, su vajilla de oro y plata y el aparato con que se rodeaba, quedó maravillado. Pero le comunicó las palabras del rey. (1 Macabeos 15, 32)

  • Atenobio no respondió nada, pero se volvió furioso donde el rey y le comunicó la respuesta; lo enteró de la fastuosidad de Simón y de todo lo que había visto, así que el rey se enfureció. (1 Macabeos 15, 36)

  • y le comunicó que el tesoro de Jerusalén estaba repleto de riquezas incontables, que había allí una cantidad inmensa de dinero, que nada tenía que ver con los gastos que demandaban los sacrificios, y era fácil que todo eso llegara a manos del rey. (2 Macabeos 3, 6)

  • Al saber Judas que Nicanor venía con un gran ejército, lo comunicó a los suyos. (2 Macabeos 8, 12)

  • También me doy cuenta que los reyes y príncipes vecinos están espiando la ocasión y esperando el momento oportuno. Por eso, he designado rey a mi hijo Antíoco, a quien ya les había presentado y recomendado a la mayoría de ustedes, cuando tenía que ir a las regiones del norte. A él le he escrito la carta que les comunico. (2 Macabeos 9, 25)

  • Cuando Judas Macabeo se enteró de la crueldad cometida con sus compatriotas, se lo comunicó a sus hombres; y después de invocar a Dios, justo juez, (2 Macabeos 12, 5)

  • Después de un maduro examen de las condiciones, el jefe se las comunicó a la tropa y, ante el parecer unánime, aceptaron el tratado de paz. (2 Macabeos 14, 20)

  • Se me comunicó una palabra de Yavé: «Anda y grita a los oídos de Jerusalén»: (Jeremías 2, 1)

  • Y ahora que se lo comunico, ustedes no quieren aceptar nada del mensaje de Yavé, su Dios, que yo les transmito. (Jeremías 42, 21)

  • Les respondí: "Esta es la palabra de Yavé que se me comunicó: (Ezequiel 24, 20)

  • Se me comunicó esta palabra de Yavé: (Ezequiel 25, 1)

  • El año undécimo, el primero del mes, se me comunicó una palabra de Yavé: (Ezequiel 26, 1)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina