Encontrados 205 resultados para: cinco

  • En lo más encarnizado de la batalla se aparecieron desde el cielo a los enemigos cinco hombres resplandecientes que, montados sobre caballos con bridas de oro, encabezaban a los judíos. (2 Macabeos 10, 29)

  • Se alejaron de allí para marchar contra Timoteo, pero, a unos dos kilómetros, los atacaron cinco mil árabes apoyados por quinientos jinetes. (2 Macabeos 12, 10)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y jefe del gobierno. Cada uno de ellos mandaba un ejército griego de ciento diez mil hombres de infantería, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y unos trescientos carros de guerra con hoces. (2 Macabeos 13, 2)

  • Así dijo Judas en su invocación: «Oh Señor, ya enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, e hizo perecer a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib; (2 Macabeos 15, 22)

  • Mientras combatían con las manos, con su corazón oraban a Dios, y así, magníficamente confortados con la presencia manifiesta de Dios, mataron a no menos de treinta y cinco mil enemigos. (2 Macabeos 15, 27)

  • Ella también libró al justo en su huída, cuando bajaba el fuego sobre las cinco ciudades para aniquilar a los impíos. (Sabiduría 10, 6)

  • Samaria es la capital de Efraím, y el hijo de Romelía es sólo jefe de Samaria.(Pues bien, dentro de cinco o seis años Efraím será destruido, dejará de ser un pueblo.) Pero si ustedes no creen, no permanecerán. (Isaías 7, 9)

  • o como cuando se apalean los olivos y sólo quedan dos o tres aceitunas en la copa o cuatro o cinco en las ramas del árbol, así será -palabra de Yavé, Dios de Israel. (Isaías 17, 6)

  • Entonces habrá en Egipto cinco ciudades que hablarán la lengua de Canaán, y que jurarán por Yavé de los Ejércitos. Y de ellas una se llamará Ciudad del Sol. (Isaías 19, 18)

  • Mil huirán ante la amenaza de uno solo, y ante el ataque de cinco todos ustedes huirán; y sólo sobrevivirá de ustedes un resto, como un poste en la cumbre de un cerro o como un palo de bandera en una colina. (Isaías 30, 17)

  • Esa misma noche el Angel de Yavé hirió de muerte a ciento ochenta y cinco mil hombres del campamento asirio. A la hora de levantarse, en la mañana, no había más que cadáveres. (Isaías 37, 36)

  • Encima tenían un capitel de bronce de cinco codos de altura, rodeado totalmente por un trenzado con granadas, todo de bronce. Ambas columnas eran iguales. (Jeremías 52, 22)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina