Encontrados 1482 resultados para: casa de oración
Apenas dejaron la cárcel fueron a casa de Lidia. Allí se encontraron con los hermanos, a los que dieron ánimo y antes de marcharse. (Hecho de los Apóstoles 16, 40)
Los judíos no se quedaron pasivos: reunieron a unos cuantos vagos y maleantes, armaron un motín y alborotaron la ciudad. Hicieron una demostración frente a la casa de Jasón, pues querían a Pablo y Silas para llevarlos ante la asamblea del pueblo. (Hecho de los Apóstoles 17, 5)
y Jasón los ha hospedado en su casa. Todos ellos objetan los decretos del César pues afirman que hay otro rey, Jesús.» (Hecho de los Apóstoles 17, 7)
Pablo cambió de lugar y se fue a la casa de un tal Tito Justo, de los que temen a Dios, que estaba pegada a la sinagoga. (Hecho de los Apóstoles 18, 7)
Entre los que hacían esto estaban los hijos de un sacerdote judío, llamado Escevas. Un día entraron en una casa y se atrevieron a hacer eso, (Hecho de los Apóstoles 19, 14)
Y el hombre que tenía el espíritu malo se lanzó sobre ellos, los sujetó a ambos y los maltrató de tal manera que huyeron de la casa desnudos y malheridos. (Hecho de los Apóstoles 19, 16)
Al día siguiente nos dirigimos a Cesarea. Entramos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, y nos hospedamos allí; (Hecho de los Apóstoles 21, 8)
Algunos discípulos de Cesarea que nos acompañaban nos llevaron a casa de un chipriota, llamado Nasón, discípulo desde los primeros tiempos, donde nos íbamos a hospedar. (Hecho de los Apóstoles 21, 16)
Al día siguiente acompañamos a Pablo a casa de Santiago, donde se habían reunido todos los presbíteros. (Hecho de los Apóstoles 21, 18)
Llegados a Roma, el capitán entregó los presos al gobernador militar, pero dio permiso a Pablo para alojarse en una casa particular con un soldado que lo vigilara. (Hecho de los Apóstoles 28, 16)
Saluden también a la Iglesia que se reúne en su casa. Saluden a mi querido Epéneto, el primer convertido cristiano en la provincia de Asia. (Carta a los Romanos 16, 5)
Los saluda Gayo, que me ha dado alojamiento y que presta también su casa para las reuniones de la Iglesia. (Carta a los Romanos 16, 23)