Encontrados 1436 resultados para: casa de Jesé
Cuando el espíritu malo sale del hombre, empieza a recorrer lugares áridos, buscando un sitio donde descansar. Como no lo encuentra, se dice: Volveré a mi casa de donde tuve que salir. (Evangelio según San Lucas 11, 24)
Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Entró y se sentó a la mesa. (Evangelio según San Lucas 11, 37)
Si el dueño de casa supiera a qué hora vendrá el ladrón, ustedes entienden que se mantendría despierto y no le dejaría romper el muro. (Evangelio según San Lucas 12, 39)
Pues de ahora en adelante hasta en una casa de cinco personas habrá división: tres contra dos y dos contra tres. (Evangelio según San Lucas 12, 52)
Si a ustedes les ha tocado estar fuera cuando el dueño de casa se levante y cierre la puerta, entonces se pondrán a golpearla y a gritar: ¡Señor, ábrenos! Pero les contestará: No sé de dónde son ustedes. (Evangelio según San Lucas 13, 25)
Un sábado Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes, y ellos lo observaban. (Evangelio según San Lucas 14, 1)
El patrón entonces dijo al sirviente: «Vete por los caminos y por los límites de las propiedades y obliga a la gente a entrar hasta que se llene mi casa. (Evangelio según San Lucas 14, 23)
Cuando uno de ustedes quiere construir una casa en el campo, ¿no comienza por sentarse y hacer las cuentas, para ver si tendrá para terminarla? (Evangelio según San Lucas 14, 28)
y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: "Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido." (Evangelio según San Lucas 15, 6)
Y si una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? (Evangelio según San Lucas 15, 8)
El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercaba a la casa, oyó la orquesta y el baile. (Evangelio según San Lucas 15, 25)
El le respondió: «Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo.» (Evangelio según San Lucas 15, 27)