Encontrados 454 resultados para: candelabro de siete brazos

  • se pusieron cortinas de siete metros y medio por cada lado, (Exodo 38, 14)

  • el candelabro de oro puro con sus lámparas, todos los utensilios y el aceite del alumbrado; (Exodo 39, 37)

  • Llevarás la mesa y la dispondrás. Llevarás también el candelabro y prepararás las lámparas. (Exodo 40, 4)

  • Luego instaló el candelabro en la Tienda de las Citas, frente a la mesa, en el lado meridional de la Morada, (Exodo 40, 24)

  • y habiendo mojado el dedo en la sangre rociará con ella siete veces hacia el velo del santuario. (Levítico 4, 6)

  • allí mojará su dedo en sangre y hará siete aspersiones hacia el velo. (Levítico 4, 17)

  • Roció con el óleo siete veces el altar y lo ungió con todos los utensilios, así como también la pila y su base, para que quedarán consagrados. (Levítico 8, 11)

  • Ustedes no se apartarán de la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días, pues hasta el séptimo día sus manos quedarán consagradas. (Levítico 8, 33)

  • Ustedes quedarán día y noche a la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días. Ustedes deberán observar estas normas no sea que mueran, pues él mismo lo ordenó así. (Levítico 8, 35)

  • Yavé habló a Moisés para decirle: 2«Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días, igual que en el tiempo de sus reglas. (Levítico 12, 1)

  • Pero si hay en la piel una mancha blanca que no parezca hundida en la piel, y si el pelo no se ha vuelto blanco, el sacerdote recluirá durante siete días al afectado. (Levítico 13, 4)

  • Al séptimo día lo examinará y, si comprueba que la llaga subsiste pero no se ha extendido por la piel, el sacerdote lo recluirá otros siete días. (Levítico 13, 5)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina