Encontrados 203 resultados para: campamento en Gilgal

  • Aquellos leprosos llegaron al límite del campamento y entraron en una tienda de campaña. Comieron, bebieron y se llevaron de allí plata, oro y ropa que fueron a esconder en el suelo. Volvieron a otra tienda de donde sacaron lo que hallaron y lo escondieron de la misma manera. (2 Reyes 7, 8)

  • Al llegar llamaron a los guardias de la ciudad, diciéndoles: «Hemos ido al campamento y no hay nadie, ninguna huella de hombre, sólo los caballos y burros atados y las tiendas sin tocar.» (2 Reyes 7, 10)

  • El rey se levantó de noche y dijo a sus oficiales: «Los arameos saben que estamos hambrientos. Han salido del campamento y se han escondido en el campo, esperando que salgamos de la ciudad para tomarnos vivos y, después, entrar aquí. » (2 Reyes 7, 12)

  • Entonces salió el pueblo y saquearon el campamento de los arameos. La medida de harina se vendió en una moneda de plata, y la doble medida de cebada también se vendió por una moneda, como lo había dicho Eliseo. (2 Reyes 7, 16)

  • pues sabía que el faraón Taraca había salido a atacarlo y por eso se había ido de su campamento de Laquis. (2 Reyes 19, 9)

  • Aquella misma noche, salió el Angel de Yavé y mató en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil soldados; a la hora de despertar, sólo se veían cadáveres. (2 Reyes 19, 35)

  • Senaquerib, rey de los asirios, levantó el campamento y se marchó, volviéndose a Nínive, donde permaneció. (2 Reyes 19, 36)

  • Salum era el jefe; y están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente; éstos son los porteros del campamento de los hijos de Leví. (1 Crónicas 9, 18)

  • Salum, hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio de culto como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus padres habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yavé. (1 Crónicas 9, 19)

  • Al punto estos tres irrumpieron en medio del campamento de los filisteos, sacaron agua de la cisterna que hay en la puerta de Belén, se la llevaron y se la ofrecieron a David. Pero David no quiso beberla, sino que la derramó en el suelo y la ofreció a Yavé, diciendo: (1 Crónicas 11, 18)

  • Cada día, en efecto, acudía gente a David para ayudarlo, hasta que el campamento llegó a ser grande, como un campamento de Dios. (1 Crónicas 12, 23)

  • Asá y la gente que estaba con él los persiguieron hasta Guerar y cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados delante de Yavé y su campamento; y se recogió un botín inmenso. (2 Crónicas 14, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina