Encontrados 76 resultados para: cama

  • Detrás de la puerta y a la entrada colocaste tu ídolo. Sí, lejos de mí preparaste tu cama, te subiste a ella para tu lujuria. Tú has gozado de esa gente con que te gusta acostarte y cuyos ídolos seducen tus ojos, (Isaías 57, 8)

  • Luego te reclinaste sobre una cama lujosa; delante de ella pusieron una mesa y allí depositaste mi incienso y mi aceite. (Ezequiel 23, 41)

  • pero hay un Dios en el cielo que descubre los misterios y que ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los tiempos. Estos eran tu sueño y tus visiones cuando estabas en tu cama. (Daniel 2, 28)

  • Las pesadillas que tuve en mi cama y las visiones que me pasaron por la mente me aterraron. (Daniel 4, 2)

  • En mi cama soñaba así: había un árbol en el centro de la tierra, de altura muy grande (Daniel 4, 7)

  • Congreguen al pueblo, reúnan a los ancianos y que todos se purifiquen. Traigan también a los pequeños y a los niños de pecho, y que los recién casados dejen su cama. (Joel 2, 16)

  • «Señor, mi muchacho está en cama, totalmente paralizado, y sufre terriblemente.» (Evangelio según San Mateo 8, 6)

  • Jesús fue a casa de Pedro; allí encontró a la suegra de éste en cama, con fiebre. (Evangelio según San Mateo 8, 14)

  • La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, por lo que en seguida le hablaron de ella. (Evangelio según San Marcos 1, 30)

  • Jesús les dijo también: «Cuando llega la luz, ¿debemos ponerla bajo un macetero o debajo de la cama? ¿No la pondremos más bien sobre el candelero? (Evangelio según San Marcos 4, 21)

  • Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama; el demonio se había ido. (Evangelio según San Marcos 7, 30)

  • Nadie enciende una lámpara para cubrirla con una vasija o para colocarla debajo de la cama. Por el contrario, la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz. (Evangelio según San Lucas 8, 16)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina