Encontrados 118 resultados para: buen comportamiento

  • las diferentes especies y el comportamiento de las fieras salvajes, el poder de los espíritus y los problemas de los hombres, la variedad de las plantas y las propiedades de sus raíces. (Sabiduría 7, 20)

  • ¡Cuánta más pena dan los que ponen su confianza en cosas muertas, y que dan el nombre de dioses a lo que ha salido de manos humanas: oro, plata cincelada, figuras de animales, y hasta la piedra inservible y que un buen día fue esculpida por alguien! (Sabiduría 13, 10)

  • El temor del Señor regocija el corazón, da buen humor, alegría y larga vida. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 12)

  • Apégate al Señor, no te apartes de él; si actúas así, arribarás a buen puerto al final de tus días. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 3)

  • Hijo mío, haz buen uso de todo lo que tengas, y preséntale al Señor ofrendas generosas. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 11)

  • El comportamiento del hombre está siempre ante sus ojos, no pueden escapar a su mirada. (Sirácides (Eclesiástico) 17, 15)

  • El sabio se engrandece merced a sus palabras: el hombre de buen criterio agrada a los grandes. (Sirácides (Eclesiástico) 20, 27)

  • ¿Quién pondrá una cerradura en mi boca, un buen candado en mis labios para que no me hagan caer y no me condene mi lengua? (Sirácides (Eclesiástico) 22, 27)

  • Exhalé mi perfume como el cinamomo, como las plantas olorosas; expandí mi buen olor como las savias aromáticas, como el bálsamo y la mirra exquisita, como el humo del incienso en el santuario. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 15)

  • Feliz el que ha conseguido un buen criterio, y que sabe hacerse oír. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 9)

  • Como una cuesta arenosa para los pies de un anciano, así es la mujer habladora para un marido de buen carácter. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 20)

  • El que tiene un corazón alegre tiene buen apetito; lo que come lo aprovecha. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 25)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina