Encontrados 954 resultados para: bien

  • La voluntad de Dios respecto de ustedes es que, obrando el bien, acallen la ignorancia de los imbéciles. (1º Carta de Pedro 2, 15)

  • Porque, ¿qué mérito habría en soportar el castigo cuando se ha faltado? En cambio, si pueden soportar que los traten mal cuando han actuado bien, eso es grande ante Dios. (1º Carta de Pedro 2, 20)

  • sino que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que no se pierde, es decir, un espíritu suave y tranquilo. Eso sí que es muy precioso ante Dios. (1º Carta de Pedro 3, 4)

  • Así obedecía Sara a Abrahán, al que llamaba su señor. Ustedes serán hijas de Sara si obran el bien sin tener miedo a nada. (1º Carta de Pedro 3, 6)

  • No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien bendigan, pues para esto han sido llamados; y de este modo recibirán la bendición. (1º Carta de Pedro 3, 9)

  • Aléjese del mal y haga el bien, busque la paz y corra tras ella. (1º Carta de Pedro 3, 11)

  • Y ¿quién podrá hacerles daño si se esfuerzan en hacer el bien? (1º Carta de Pedro 3, 13)

  • Felices ustedes si incluso tienen que sufrir por haber actuado bien. No compartan sus temores ni se asusten, (1º Carta de Pedro 3, 14)

  • Es mejor sufrir por hacer el bien, si tal es la voluntad de Dios, que por hacer el mal. (1º Carta de Pedro 3, 17)

  • Pues no sin razón el Evangelio ha sido anunciado a muchos que han muerto; si bien en cuanto seres humanos han recibido la sentencia de muerte, a través del Espíritu viven para Dios. (1º Carta de Pedro 4, 6)

  • Más bien alégrense de participar en los sufrimientos de Cristo, pues también se les concederán las alegrías más grandes en el día en que se nos descubra su gloria. (1º Carta de Pedro 4, 13)

  • pero si sufre por ser cristiano, no tiene por qué avergonzarse, sino que más bien debe dar gracias a Dios por llevar ese nombre. (1º Carta de Pedro 4, 16)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina