Encontrados 26 resultados para: bajado

  • Apenas había bajado Jesús de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo. (Evangelio según San Marcos 5, 2)

  • En eso vio dos barcas amarradas al borde del lago; los pescadores habían bajado y lavaban las redes. (Evangelio según San Lucas 5, 2)

  • Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre. (Evangelio según San Juan 3, 13)

  • porque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. (Evangelio según San Juan 6, 38)

  • Los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.» (Evangelio según San Juan 6, 41)

  • Y decían: «Conocemos a su padre y a su madre, ¿no es cierto? El no es sino Jesús, el hijo de José. ¿Cómo puede decir que ha bajado del cielo?» (Evangelio según San Juan 6, 42)

  • Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.» (Evangelio según San Juan 6, 51)

  • Este es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre. (Evangelio según San Juan 6, 58)

  • He visto cómo maltratan a mi pueblo en Egipto, he oído su llanto y he bajado para liberarlo. Y ahora ven, que te voy a enviar a Egipto.» (Hecho de los Apóstoles 7, 34)

  • Así Felipe anunció a Cristo a los samaritanos en una de sus ciudades adonde había bajado. (Hecho de los Apóstoles 8, 5)

  • Apenas había comenzado yo a hablar, cuando el Espíritu Santo bajó sobre ellos, como había bajado al principio sobre nosotros. (Hecho de los Apóstoles 11, 15)

  • Apenas se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo acosaron con numerosas y graves acusaciones. Pero no podían probar lo que alegaban. (Hecho de los Apóstoles 25, 7)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina