Encontrados 14 resultados para: azotes

  • Si éste merece azotes, el juez le hará echarse al suelo en su presencia y hará que lo azoten con un número de golpes proporcionado a su culpa. (Deuteronomio 25, 2)

  • Podrán darle cuarenta azotes, no más, no sea que al golpearlo más, sea mucho el castigo y tu hermano quede deshonrado a tus ojos. (Deuteronomio 25, 3)

  • Un yugo pesado les cargó mi padre, pero yo les haré más pesado el yugo: mi padre los ha azotado con azotes, pero yo los azotaré con escorpiones.» (2 Crónicas 10, 11)

  • Les dijo: «Mi padre hizo pesado el yugo de ustedes, yo lo haré más pesado todavía; mi padre los azotó con azotes, pero yo los azotaré con escorpiones.» (2 Crónicas 10, 14)

  • Por eso Yavé castigará con terribles azotes a tu pueblo, tus hijos, tus mujeres, y todos tus bienes; (2 Crónicas 21, 14)

  • Yo con mis hermanos entrego mi cuerpo y mi vida por las leyes de mis padres, invocando a Dios para que pronto se apiade de nuestra raza, y tú, con tormentos y azotes, llegues a confesar que él es el único Dios. (2 Macabeos 7, 37)

  • Los azotes y las correcciones llevan a la sabiduría, el niño que lo dejan hacer todo será la vergüenza de su madre. (Proverbios 29, 15)

  • Una palabra dicha en mal momento es como música en momentos de duelo, pero los azotes y las sabias reprensiones convienen en cualquier momento. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 6)

  • El que ama a su hijo no le escatima los azotes, más tarde ese hijo será su consuelo. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 1)

  • Algunos vientos fueron hechos para destruir; el Señor en su cólera los convierte en azotes. Llegado el momento de destruir, desencadenan su violencia y satisfacen la furia del que los hizo. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 28)

  • ¿Yo los libraré del poder del sepulcro? ¿Yo los salvaré de la Muerte? ¡No! ¿Dónde están, oh Muerte, tus plagas? ¿Dónde están, oh Sepulcro, tus azotes? No quiero tenerles más compasión. (Oseas 13, 14)

  • En cambio, si es otro que hizo sin saber algo que merece azotes, recibirá menos golpes. Al que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y cuanto más se le haya confiado, tanto más se le pedirá cuentas. (Evangelio según San Lucas 12, 48)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina