Encontrados 5542 resultados para: ave

  • A su debido tiempo Dios lo manifestará, el Bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de señores. (1º Carta a Timoteo 6, 15)

  • No te avergüences, pues, del martirio de nuestro Señor ni de mí, al verme preso. Al contrario, sufre por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. (2º Carta a Timoteo 1, 8)

  • y por el que ahora padezco esta nueva prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que tiene poder para guardarme hasta aquel día lo que deposité en sus manos. (2º Carta a Timoteo 1, 12)

  • Que el Señor bendiga a la familia de Onesíforo, pues a menudo vino a confortarme y no se avergonzó de mis cadenas. (2º Carta a Timoteo 1, 16)

  • tu predicación sana e intachable. Con esto los de fuera no encontrarán cosa alguna que criticar, y más bien se sentirán avergonzados. (Carta a Tito 2, 8)

  • de este modo el que comunicaba la santidad se identificaría con aquellos a los que sanctificaba. Por eso él no se avergüenza de llamarnos hermanos, cuando dice: (Carta a los Hebreos 2, 11)

  • En realidad Jesús aventaja en mucho a Moisés, pues no hay comparación entre una casa y el que la construye. (Carta a los Hebreos 3, 3)

  • ¿Quiénes son los que cansaron a Dios durante cuarenta años? Los que habían pecado, por lo que perecieron y sus cadáveres quedaron en el desierto. (Carta a los Hebreos 3, 17)

  • él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. (Carta a los Hebreos 10, 20)

  • Pero no, aspiraban a una patria mejor, es decir, a la del cielo. Por eso Dios no se avergüenza de ellos ni de llamarse su Dios, pues él les preparó la ciudad. (Carta a los Hebreos 11, 16)

  • Por la fe atravesaron el mar Rojo como si fuera tierra seca, mientras que los egipcios trataron de pasarlo y se ahogaron. (Carta a los Hebreos 11, 29)

  • Y sería fácil decirle a uno: «Tú tienes fe, pero yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe a través de las obras. (Carta de Santiago 2, 18)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina