Encontrados 51 resultados para: asunto

  • Terminado el asunto, volvieron gozosos y encontraron a Nicanor muerto, tirado en el suelo con toda su armadura. (2 Macabeos 15, 28)

  • No maldigas al rey ni siquiera de pensamiento; ni maldigas al poderoso, ni siquiera en el secreto de tu pieza: un pajarito del cielo podría llevarle el rumor, un par de alas le daría a conocer el asunto. (Eclesiastés (Qohelet) 10, 20)

  • Casa a tu hija y habrás arreglado un importante asunto, pero entrégasela a un hombre inteligente. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 25)

  • Esa mujer será llevada ante la asamblea y se investigará el asunto. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 24)

  • Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron desde el palacio del rey a la Casa de Yavé, donde se sentaron para juzgar el asunto a la entrada de la Puerta Nueva. (Jeremías 26, 10)

  • y le preguntó: «¿Por qué ha dado el rey un decreto tan riguroso?» Aryok explicó el asunto a Daniel, (Daniel 2, 15)

  • Daniel regresó a su casa y comunicó el asunto a sus compañeros. (Daniel 2, 17)

  • Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has concedido el saber y la inteligencia, y ahora me has manifestado lo que te habíamos pedido, y nos has dado a conocer el asunto del rey. (Daniel 2, 23)

  • Háblenme del bautismo que daba Juan: este asunto ¿de dónde venía, de Dios, o de los hombres?» Ellos reflexionaron: «Si decimos que este asunto venía de Dios, él nos replicará: Pues ¿por qué no le creyeron? (Evangelio según San Mateo 21, 25)

  • Les dijo: «He pecado: he entregado a la muerte a un inocente.» Ellos le contestaron: «¿Qué nos importa eso a nosotros? Es asunto tuyo.» (Evangelio según San Mateo 27, 4)

  • En efecto, Herodes había mandado tomar preso a Juan y lo había encadenado en la cárcel por el asunto de Herodías, mujer de su hermano Filipo, con la que se había casado. (Evangelio según San Marcos 6, 17)

  • del bautismo de Juan. Este asunto ¿venía de Dios o era cosa de los hombres? (Evangelio según San Marcos 11, 30)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina