Encontrados 211 resultados para: animales puros

  • Cuando muera uno de esos animales de los que puedan comer, el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 39)

  • Esta es la ley acerca de los animales, de las aves, y de todos los seres vivientes que se mueven en el agua, y de todos los que andan arrastrándose sobre la tierra. (Levítico 11, 46)

  • El vestido, la urdimbre o la trama o el objeto de cuero que después de ser lavados pierdan la mancha, serán lavados por segunda vez y quedarán puros. (Levítico 13, 58)

  • Esta es la ley para la mancha de lepra que se halla en los vestidos de lana o de lino, en la urdimbre o en la trama o en cualquier objeto hecho de cuero, para declararlos puros e impuros.» (Levítico 13, 59)

  • El sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, escarlata e hisopo. (Levítico 14, 4)

  • También tus animales comerán lo que produce naturalmente la tierra, igual que las bestias del campo. (Levítico 25, 7)

  • Yo estableceré la paz en su país y dormirán sin que nadie los moleste; haré desaparecer del país los animales feroces, y la espada no pasará por su tierra. (Levítico 26, 6)

  • ¿Por qué han traído a la comunidad de Yavé a este desierto para que muramos junto con nuestros animales? (Números 20, 4)

  • Ustedes lo ofrecerán con sus libaciones además del holocausto perpetuo y su oblación. Ustedes escogerán animales sin defecto. (Números 28, 31)

  • Los hijos de Israel trajeron cautivas a las mujeres de Madián y a sus niños y recogeron sus animales, sus rebaños y todas sus pertenencias. (Números 31, 9)

  • Después de lavar sus vestidos el día séptimo, quedarán puros y podrán volver al campamento.» (Números 31, 24)

  • Y, de la mitad del botín correspondiente a los hijos de Israel, separarás uno por cada cincuenta, sean hombres, bueyes, burros y ovejas, cualquier clase de animales, y se lo darás a los levitas que están encargados del ministerio de la Morada de Yavé.» (Números 31, 30)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina