Encontrados 25 resultados para: anillo
Una mujer bonita carente de buen criterio es como un anillo de oro en el hocico de un cerdo. (Proverbios 11, 22)
anillo de oro en un collar de zafiro, así es una sabia reprimenda para el que puede oirla. (Proverbios 25, 12)
¿Podremos elogiar dignamente a Zorobabel, quien fue como "el anillo que se lleva en la mano derecha"? (Sirácides (Eclesiástico) 49, 11)
Te has levantado contra mí y tus palabras insolentes han llegado a mis oídos; por eso voy a poner un anillo en tus narices y un freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde has venido.» (Isaías 37, 29)
Y serás una corona preciosa en manos de Yavé, un anillo real en el dedo de tu Dios. (Isaías 62, 3)
¡Por mi vida, dice Yavé, aunque Jeconías, hijo de Joaquim, rey de Judá, fuese un anillo en mi mano derecha, lo arrancaría de allí! (Jeremías 22, 24)
un anillo en tu nariz, aros en tus orejas, y para tu cabeza una espléndida diadema. (Ezequiel 16, 12)
Trajeron una piedra y la colocaron a la entrada del foso. El rey la selló con su anillo y con el anillo de sus dignatarios, para que la suerte de Daniel no pudiera cambiarse. (Daniel 6, 18)
y los sacerdotes de Bel le dijeron: «Nosotros vamos a salir de aquí; tú, rey, manda poner la comida y el vino preparado; luego cierra la puerta y séllala con tu anillo; si mañana por la mañana, cuando vuelvas, encuentras que Bel no se lo ha comido todo, moriremos; en caso contrario, morirá Daniel, que nos ha calumniado. (Daniel 14, 11)
Daniel mandó a sus criados que trajeran ceniza y la desparramaran por todo el suelo del templo, sin más testigos que el rey. Luego salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real y se fueron. (Daniel 14, 14)
En aquel día, lo asegura Yavé de los Ejércitos, te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi servidor, y serás para mí como un anillo con mis iniciales en mi dedo. Pues a ti te he elegido, dice Yavé de los Ejércitos.» (Ageo 2, 23)
Pero el padre dijo a sus servidores: «¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. (Evangelio según San Lucas 15, 22)