Encontrados 13 resultados para: anden
Ahora, pues, Yavé, Dios de Israel, cumple a favor de tu siervo David, mi padre, la promesa que le hiciste cuando dijiste: Nunca será quitado de mi presencia el de los tuyos que te suceda sentado en el trono de Israel, con tal de que tus hijos sigan tu camino y anden en mi Ley, como tú has andado delante de mí. (2 Crónicas 6, 16)
Que a la tarde regresen, que ladren como perros, que anden dando vueltas por la ciudad (Salmos 59, 15)
"¡Dejen a un lado su locura y vivirán, anden por los caminos de la verdad!" (Proverbios 9, 6)
Embrutézcanse y pónganse tontos, anden ciegos, sin vista, quedense ebrios, pero no por el vino, maréense, pero no por el licor. (Isaías 29, 9)
«No salgan al campo, ni anden por los caminos, porque allí está la espada del enemigo: ¡terror por todos los lados!» (Jeremías 6, 25)
Les he mandado, repetidas veces, a todos mis servidores los profetas, con este aviso: Dejen el mal camino que llevan, mejoren de conducta, no anden tras otros dioses para adorarlos, y sólo entonces podrán quedarse en la tierra que les di a ustedes y a sus padres. Pero ustedes no me han oído ni me han hecho caso. (Jeremías 35, 15)
¡Quéjate, Jesbón, porque Ar ha sido destruida. Griten, hijas de Rabbá! ¡Vístanse con sacos, lloren, anden llenas de cortaduras en el cuerpo! Pues Melcom parte al destierro, junto con sus sacerdotes y príncipes. (Jeremías 49, 3)
No opriman a la viuda ni al huérfano, al extranjero ni al pobre; no anden pensando cómo hacerle el mal a otro. (Zacarías 7, 10)
no anden pensando cómo perjudicar a otro; no sean amigos de jurar en falso. Porque éstas son las cosas que aborrezco, dice Yavé.» (Zacarías 8, 17)
Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? (Evangelio según San Mateo 6, 25)
No anden tan preocupados ni digan: ¿tendremos alimentos? o ¿qué beberemos? o ¿tendremos ropas para vestirnos? (Evangelio según San Mateo 6, 31)
Que sus ojos se oscurezcan y no vean, y que anden siempre con la espalda encorvada. (Carta a los Romanos 11, 10)