Encontrados 55 resultados para: altares

  • Volvió a edificar los santuarios altos que su padre Ezequías había derribado, levantó altares a los baales, hizo troncos sagrados, se postró ante todo el ejército de los cielos y les sirvió. (2 Crónicas 33, 3)

  • Construyó también altares en la Casa de Yavé, de la que Yavé había dicho: «En Jerusalén estará mi Nombre para siempre.» (2 Crónicas 33, 4)

  • Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos patios de la Casa de Yavé (2 Crónicas 33, 5)

  • Quitó de la Casa de Yavé todos los dioses extraños, el ídolo y todos los altares que había construido en el cerro de la Casa de Yavé y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad. (2 Crónicas 33, 15)

  • Derribaron en su presencia los altares de los baales y las piedras paradas que había sobre ellos, y rompió los troncos sagrados, las imágenes y los ídolos fundidos, reduciéndolos a polvo que esparció sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios. (2 Crónicas 34, 4)

  • Quemó los huesos de sus sacerdotes sobre sus altares y purificó a Judá y Jerusalén. (2 Crónicas 34, 5)

  • derribó los altares, demolió los troncos sagrados y las estatuas y las redujo a polvo, y destruyó las piedras paradas en toda la tierra de Israel. Después regresó a Jerusalén. (2 Crónicas 34, 7)

  • Hasta el pajarillo encuentra casa, y la alondra un nido, donde dejar sus polluelos: cerca de tus altares, Señor Sabaot, ¡oh mi Rey y mi Dios! (Salmos 84, 4)

  • sino que debían dedicarse altares, recintos sagrados y templos a los ídolos. Tenían que sacrificar cerdos y animales impuros (1 Macabeos 1, 47)

  • En el año ciento cuarenta y cinco, el día quince del mes de Casleu, Antíoco levantó, sobre el altar del templo, el «abominable ídolo de los invasores». Construyeron también altares a través de todo el país de Judea. (1 Macabeos 1, 54)

  • Matatías y sus amigos hacían expediciones: destruían los altares, (1 Macabeos 2, 45)

  • De allí pasó Judas a Azoto, en el país de los filisteos, derribó sus altares, incendió las estatuas de sus dioses, saqueó la ciudad y luego se volvió a Judá. (1 Macabeos 5, 68)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina