Encontrados 498 resultados para: altar de bronce

  • y lo pondrás debajo del plano o fogón del altar: este enrejado llegará hasta el medio del altar. (Exodo 27, 5)

  • Harás también dos varas de madera de acacia cubiertas con láminas de bronce para transportar el altar: (Exodo 27, 6)

  • las meterán por los anillos a los lados del altar cuando haya que transportarlo. (Exodo 27, 7)

  • Harás el altar con paneles huecos de madera como te lo he mostrado en el monte. (Exodo 27, 8)

  • Colgarán de veinte columnas con otras tantas basas de bronce, cuyos ganchos y varillas serán de plata. (Exodo 27, 10)

  • Harás lo mismo para el lado del norte. Las cortinas tendrán cincuenta metros de largo; las veinte columnas con sus veinte basas serán de bronce, pero los ganchos y las varillas serán de plata. (Exodo 27, 11)

  • Todas las columnas que cercan el atrio llevarán varillas de plata, con ganchos de plata y basas de bronce. (Exodo 27, 17)

  • El atrio tendrá una extensión de cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho. La altura de las cortinas será de dos metros y medio; se harán de lino fino retorcido y tendrán basas de bronce. (Exodo 27, 18)

  • Todos los utensilios de la Morada, para cualquier uso, serán de bronce, y lo mismo las estacas, tanto de la misma Morada como del atrio. (Exodo 27, 19)

  • Aarón y sus hijos los usarán siempre que entren en la Tienda de las Citas divinas o se acerquen al altar para cumplir con su ministerio en el Lugar Santo. De lo contrario incurrirían en falta y morirían. Es éste un precepto perpetuo para Aarón y su posteridad. (Exodo 28, 43)

  • Tomando de la sangre del novillo con tu dedo, la pondrás sobre los cuernos del altar; el resto lo derramarás al pie del altar. (Exodo 29, 12)

  • Sacarás todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado y los dos riñones con el sebo que los envuelve, para quemarlo en el altar. (Exodo 29, 13)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina