Encontrados 24 resultados para: acompañado

  • Abimelec vino desde Guerar a verlo, acompañado de su amigo Ajuzat, y de Ficol, jefe de su ejército. (Génesis 26, 26)

  • Estalló la cólera de Dios contra Balaam cuando todavía estaba en camino. El ángel de Yavé se paró en medio del caminmo para cerrarle el paso, mientras venía en su burra acompañado de dos sirvientes. (Números 22, 22)

  • «Yavé ha salido del Sinaí; para ellos se ha levantado sobre el horizonte de Seir; resplandeció desde el monte Parán; para ellos llegó a Meriba de Cadés acompañado de sus ángeles. (Deuteronomio 33, 2)

  • Muy de mañana, Josué se levantó y pasó revista a su ejército y luego se marchó al frente del pueblo, acompañado de los jefes. (Josué 8, 10)

  • Entonces llegó Gaal, hijo de Obed, acompañado de sus hermanos, el cual se ganó la confianza de los señores de Siquem. (Jueces 9, 26)

  • Después, despidió Samuel al pueblo, y cada cual se fue a su casa. También Saúl se fue a la suya, en Guibea, acompañado de aquellos valientes cuyos corazones había movido el Señor. (1 Samuel 10, 26)

  • A la mañana siguiente salió Jonatán al campo para encontrarse con David e iba acompañado por un muchacho. (1 Samuel 20, 35)

  • Saúl se levantó y bajó al desierto de Zif, acompañado de tres mil hombres escogidos de todo Israel, para buscar allí a David. (1 Samuel 26, 2)

  • Saúl se disfrazó y fue a verla acompañado por dos de sus hombres. Llegaron por la noche donde la mujer y Saúl le dijo: «Consulta al espíritu del que yo te diga.» (1 Samuel 28, 8)

  • Abner, acompañado de veinte de sus hombres, fue a visitar a David en Hebrón. David les ofreció un banquete. (2 Samuel 3, 20)

  • Absalón, acompañado de Ajitofel, entró con todos los hombres de Israel en Jerusalén. (2 Samuel 16, 15)

  • El rey se dirigió a Guilgal, acompañado de Kimham, de todo el ejército de Judá y de la mitad del ejército de Israel. (2 Samuel 19, 41)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina