Encontrados 3556 resultados para: Tierra de Israel

  • No, Dios no ha rechazado a su pueblo, al que de antemano conoció. ¿No se acuerdan de lo que dice la Escritura acerca de Elías, cuando éste acusaba a Israel ante Dios? (Carta a los Romanos 11, 2)

  • Y entonces ¿qué? Israel no encontró lo que buscaba, pero sí lo encontraron esos elegidos mientras los demás se endurecían. (Carta a los Romanos 11, 7)

  • Si la caída de Israel fue una riqueza para el mundo, y lo que perdieron enriqueció a las naciones paganas, ¡como será cuando Israel alcance su plenitud! (Carta a los Romanos 11, 12)

  • Quiero, hermanos, que entiendan este misterio y no se sientan superiores. Una parte de Israel va a quedarse endurecida hasta que el conjunto de las naciones haya entrado; (Carta a los Romanos 11, 25)

  • entonces todo Israel se salvará, según dice la Escritura: De Sión saldrá el libertador que limpiará a los hijos de Jacob de todas sus faltas. (Carta a los Romanos 11, 26)

  • Ciertamente la gente habla de dioses en el cielo o en la tierra, y en ese sentido hay muchos dioses y señores. (1º Carta a los Corintios 8, 5)

  • pues del Señor es la tierra y todo lo que contiene. (1º Carta a los Corintios 10, 26)

  • El primer hombre, sacado de la tierra, es terrenal; el segundo viene del cielo. (1º Carta a los Corintios 15, 47)

  • Los de esta tierra son como el hombre terrenal, pero los que alcanzan el cielo son como el hombre del cielo. (1º Carta a los Corintios 15, 48)

  • ahí está mi desafío, y se lo digo por la verdad de Cristo que está en mí, nadie en la tierra de Acaya me igualará en este punto. (2º Carta a los Corintios 11, 10)

  • Que la paz y la misericordia acompañen a los que viven según esta regla, que son el Israel de Dios. (Carta a los Gálatas 6, 16)

  • Con ellos eguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes. (Carta a los Efesios 2, 2)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina