Encontrados 61 resultados para: Testigos

  • según las prescripciones de la ley, y se la entregué a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Masías, en presencia de mi primo Hanamel, de los testigos que habían firmado la escritura de compra, y de todos los judíos que se encontraban en el patio de la guardia. (Jeremías 32, 12)

  • ¡Y a pesar de todo, tú, oh Señor Yavé, me dices: «Cómprate este campo con plata, y toma testigos», justamente cuando la ciudad está a punto de ser conquistada por los caldeos! (Jeremías 32, 25)

  • De nuevo se comprarán campos y se firmarán contratos con sellos y con testigos, tanto en las tierras de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén como en las ciudades de Judá, de la llanura, de los cerros y del sur. Pues yo haré volver a sus cautivos.» Palabra de Yavé. (Jeremías 32, 44)

  • y no quiso decirlo. Somos testigos de todo esto. LLa asamblea los creyó, ya que eran ancianos y jueces del pueblo, y la condenaron a muerte. (Daniel 13, 41)

  • Daniel mandó a sus criados que trajeran ceniza y la desparramaran por todo el suelo del templo, sin más testigos que el rey. Luego salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real y se fueron. (Daniel 14, 14)

  • Escuchen, pues, montañas, la demanda de Yavé y sirvan de testigos los inconmovibles fundamentos de la tierra, pues Yavé tiene un pleito con su pueblo, se ha querellado con Israel: (Miqueas 6, 2)

  • Si no te escucha, toma contigo una o dos personas más, de modo que el caso se decida por la palabra de dos o tres testigos. (Evangelio según San Mateo 18, 16)

  • Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor. (Evangelio según San Mateo 18, 31)

  • Porque Juan vino a abrirles el camino derecho, y ustedes no le creyeron, mientras que los publicanos y las prostitutas le creyeron. Ustedes fueron testigos, pero ni con esto se arrepintieron y le creyeron. (Evangelio según San Mateo 21, 32)

  • Pero pasaban los falsos testigos y no se encontraba nada. Al fin llegaron dos (Evangelio según San Mateo 26, 60)

  • Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas, diciendo: «¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos acaban de oír estas palabras blasfemas. (Evangelio según San Mateo 26, 65)

  • Los testigos les contaron lo ocurrido al endemoniado y a los cerdos, (Evangelio según San Marcos 5, 16)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina