Encontrados 182 resultados para: Servicio del Tabernáculo
Declaro en su favor que son fanáticos del servicio de Dios, pero en una forma equivocada. (Carta a los Romanos 10, 2)
Entiéndanme: Cristo se puso al servicio del pueblo judío para cumplir las promesas hechas a sus padres, porque Dios es fiel. (Carta a los Romanos 15, 8)
De igual manera la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo. (1º Carta a los Corintios 7, 34)
¿No saben que los que trabajan en el servicio sagrado son mantenidos por el Templo, y los que sirven al altar reciben su parte de lo que ha sido ofrecido sobre el altar? (1º Carta a los Corintios 9, 13)
Hermanos, todavía una recomendación más. Como ustedes saben, Estefanás y los suyos son los primeros que se convirtieron en Acaya, y se han puesto al servicio de los creyentes. (1º Carta a los Corintios 16, 15)
Ustedes, a su vez, acepten su autoridad así como la de cualquiera que coopere y se dedique al servicio con ellos. (1º Carta a los Corintios 16, 16)
Pues este servicio de carácter sagrado, no sólo proporcionará a los hermanos lo que necesitan, sino que de él resultarán incontables acciones de gracias a Dios. (2º Carta a los Corintios 9, 12)
Este servicio será para ellos una prueba concreta: darán gracias a Dios porque ustedes son consecuentes con el evangelio de Cristo y saben compartir generosamente con ellos y con todos. (2º Carta a los Corintios 9, 13)
recordando la cooperación que me han prestado en el servicio del Evangelio desde el primer día hasta ahora. (Carta a los Filipenses 1, 5)
Pero Timoteo, como saben, ha dado pruebas, y como un hijo al lado de su padre, ha estado conmigo al servicio del Evangelio. (Carta a los Filipenses 2, 22)
Se lo enseñó Epafras, compañero nuestro muy querido en el servicio de Cristo y para ustedes fiel ministro de Cristo, (Carta a los Colosenses 1, 7)
Bien saben que el Señor los recompensará dándoles la herencia prometida. Su señor es Cristo y están a su servicio. (Carta a los Colosenses 3, 24)