Encontrados 10 resultados para: Sanedrín

  • Muy temprano, los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la Ley (es decir, todo el Consejo o Sanedrín) celebraron consejo. Después de atar a Jesús con cadenas, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. (Evangelio según San Marcos 15, 1)

  • Entraron, pues, en el Templo al amanecer, y se pusieron a enseñar. Mientras tanto el sumo sacerdote y sus partidarios reunieron al Sanedrín con todos los ancianos de Israel y enviaron a buscar a los prisioneros a la cárcel. (Hecho de los Apóstoles 5, 21)

  • Con esto movieron el pueblo, los ancianos y los maestros de la Ley, llegaron de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín. (Hecho de los Apóstoles 6, 12)

  • En ese momento, todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron los ojos en Esteban, y su rostro les pareció como el de un ángel. (Hecho de los Apóstoles 6, 15)

  • Al día siguiente hizo soltar a Pablo. Quería conocer con certeza cuáles eran los cargos que los judíos tenían contra él, y mandó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y todo el Consejo que llaman Sanedrín. Después hizo bajar a Pablo para que compareciera ante ellos. (Hecho de los Apóstoles 22, 30)

  • Pablo miró fijamente al Sanedrín y les dijo: «Hermanos, hasta el día de hoy he actuado rectamente ante Dios.» (Hecho de los Apóstoles 23, 1)

  • Pablo sabía que una parte de ellos eran saduceos y la otra fariseos. Así que declaró en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo e hijo de fariseos. Y ahora me están juzgando a causa de nuestra esperanza, a causa de la resurrección de los muertos.» (Hecho de los Apóstoles 23, 6)

  • El joven respondió: «Los judíos han decidido pedirte que mañana lleves a Pablo al Sanedrín con el pretexto de examinar más de cerca su caso. (Hecho de los Apóstoles 23, 20)

  • Como quería saber de qué lo acusaban, lo presenté ante el Sanedrín, (Hecho de los Apóstoles 23, 28)

  • Que los aquí presentes digan qué crimen hallaron en mí cuando comparecí ante el Sanedrín, (Hecho de los Apóstoles 24, 20)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina