Encontrados 260 resultados para: Salió

  • Jesús salió al amanecer y se fue a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando, y los que pudieron dar con él le insistían para que no se fuera de su pueblo. (Evangelio según San Lucas 4, 42)

  • Salió, pues, a predicar por las sinagogas del país judío. (Evangelio según San Lucas 4, 44)

  • «El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo pisotearon, y las aves del cielo lo comieron. (Evangelio según San Lucas 8, 5)

  • La gente salió a ver qué había pasado y llegaron a donde estaba Jesús. Encontraron junto a él al hombre del que habían salido los demonios, sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. (Evangelio según San Lucas 8, 35)

  • Al día siguiente, cuando bajaban del cerro, les salió al encuentro un tropel de gente. (Evangelio según San Lucas 9, 37)

  • Otro día Jesús estaba expulsando un demonio: se trataba de un hombre mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar y la gente quedó admirada. (Evangelio según San Lucas 11, 14)

  • Cuando salió de allí, los maestros de la Ley y los fariseos comenzaron a hostigarlo muy duramente. Le pedían su parecer sobre un montón de cosas y le ponían trampas para sorprenderlo en alguna de sus respuestas. (Evangelio según San Lucas 11, 53)

  • El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió a suplicarle. (Evangelio según San Lucas 15, 28)

  • Pero el día que salió Lot de Sodoma, cayó desde el cielo una lluvia de fuego y azufre que los mató a todos. (Evangelio según San Lucas 17, 29)

  • Después Jesús salió y se fue, como era su costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron también sus discípulos. (Evangelio según San Lucas 22, 39)

  • Al saber que Jesús había vuelto de Judea a Galilea, salió a su encuentro para pedirle que fuera a sanar a su hijo, que se estaba muriendo. (Evangelio según San Juan 4, 47)

  • Entonces tomaron piedras para lanzárselas, pero Jesús se ocultó y salió del Templo. (Evangelio según San Juan 8, 59)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina