Encontrados 189 resultados para: Quedara
Tus hombres caerán bajo la espada, y tu ejército quedará tendido en tierra. En tus puertas habrá lamentos y duelo, y tú te sentarás sola, en el suelo. (Isaías 3, 25)
¡Pobres de ustedes que compran todas las casas y van juntando campo a campo! ¿Así que no quedará más lugar y sólo quedarán ustedes en este país? (Isaías 5, 8)
Y si quedara solamente la décima parte, también habría de ser entregada al fuego, como hacen con la raíz de la encina y del roble. De la raíz, sin embargo, brotará una raza santa.» (Isaías 6, 13)
No quedará más que doblegarse bajo las cadenas o caer con los muertos. Pero a Yavé no se le ha pasado el enojo, aún sigue con la mano amenazante. (Isaías 10, 4)
Esta es la sentencia que, hace tiempo, pronunció Yavé contra Moab. Y ahora Yavé declara: «Dentro de tres años, los mismos que dura el contrato de un soldado, el famoso poder de Moab, con su gran población, se vendrá abajo y sólo quedará una minoría sin importancia.» (Isaías 16, 13)
Desaparecerá el agua del mar, su río no correrá y quedará seco; (Isaías 19, 5)
Las plantas que están a orillas del Nilo como los juncos y las cañas se marchitarán, todos los sembrados regados por el Nilo se pondrán amarillos, se secarán y no quedará nada. (Isaías 19, 7)
y no quedará casi nada de los arqueros valientes de Quedar, -esto es palabra de Yavé, el Dios de Israel.» (Isaías 21, 17)
el que logre salvarse del pánico caerá en la fosa; y el que se libre de la fosa quedará atrapado en la trampa. Las compuertas de lo alto se han abierto y los cimientos de la tierra se han estremecido. (Isaías 24, 18)
será roto su contrato con la Muerte y su pacto con el Lugar de los Muertos quedará sin efecto. Pasará el vendaval destructor, y a ustedes se los llevará. (Isaías 28, 18)
No se apagará ni de día ni de noche, y el humo subirá continuamente. Quedará desolado para siempre, y por ahí nadie pasará. (Isaías 34, 10)
Vendrán días en que todo lo que hay en tu palacio y todo lo que han atesorado tus padres hasta el día de hoy será llevado a Babilonia y no quedará nada. (Isaías 39, 6)
