Encontrados 171 resultados para: Pusieron

  • Se pusieron en camino e hicieron un alto en Caman, cerca de Belén. Su proyecto era irse a Egipto, lejos de los caldeos, a quienes temían, después que Ismael había asesinado a Godolías, puesto por el rey de Babilonia para gobernar el país. (Jeremías 41, 17)

  • y el muro se caerá! Entonces les dirán: ¿Dónde está el estuco que pusieron en ese muro? (Ezequiel 13, 12)

  • Lo pusieron encadenado en una jaula y se lo llevaron a Babilonia ( ) donde lo dejaron en cautiverio: ¡ya no se oirá más su voz por las montañas de Israel! (Ezequiel 19, 9)

  • Los hice entrar en el país que les había prometido con juramento, pero inmediatamente, en cualquier alta colina, bajo cualquier árbol verde, se pusieron a ofrecer sacrificios, a depositar perfumes de incienso y a hacer libaciones. (Ezequiel 20, 28)

  • Yo les dije: ¿Qué están haciendo? Y les pusieron a esos lugares el nombrer de "Bama" (¿Qué?) hasta el día de hoy. (Ezequiel 20, 29)

  • Luego te reclinaste sobre una cama lujosa; delante de ella pusieron una mesa y allí depositaste mi incienso y mi aceite. (Ezequiel 23, 41)

  • Pusieron sus tumbas en el fondo de la morada de los muertos y todo ese ejército rodea la tumba de Asur. Los que sembraban el terror por la tierra de los vivos fueron todos masacrados a espada. (Ezequiel 32, 23)

  • ( ) Los pusieron entre medio de sus víctimas. (Ezequiel 32, 25)

  • Están todos acostados con los héroes antiguos, porque estos hombres bajaron a la morada de los muertos con las armas en la mano. Pusieron sus espadas sobre sus cabezas y sus escudos sobre sus huesos, porque su valentía los hacía temibles en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)

  • Entonces los tres, a coro, se pusieron a cantar, glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno, y diciendo (Daniel 3, 51)

  • Sus piernas se debilitaron y sus rodillas se pusieron a temblar. (Daniel 5, 6)

  • Estaba observando y vi lo siguiente: Pusieron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve; su pelo, albo como la lana blanqueada. Su trono era de llamas de fuego con ruedas de fuego ardiente. (Daniel 7, 9)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina