Encontrados 18 resultados para: Providencia Divina

  • Todo Israel supo de la sentencia que Salomón había pronunciado y lo respetaron, pues vieron que había en él una sabiduría divina para hacer justicia. (1 Reyes 3, 28)

  • de hermosa altivez, alegría de toda la tierra. ¡Monte Sión, morada divina, ciudad del Gran Rey! (Salmos 48, 3)

  • Se ha puesto Dios de pie en la asamblea divina para dictar sentencia en medio de los dioses: (Salmos 82, 1)

  • Pero pronto se olvidaron de sus obras y no contaron con su providencia. (Salmos 106, 13)

  • A consecuencia de la intervención divina se quedó mudo y no tenía esperanza de salvar su vida. (2 Macabeos 3, 29)

  • Entonces los cobardes y los que no tenían confianza en la justicia divina se dieron a la fuga. (2 Macabeos 8, 13)

  • Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 11)

  • pero es tu Providencia, oh Padre, la que lo conduce. Tú has abierto un camino en el mar y trazado una ruta segura por entre las olas. (Sabiduría 14, 3)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • El hombre inteligente pone su confianza en la Ley; para él la Ley es digna de fe como una respuesta divina. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 3)

  • Pues también caerán bajo el dominio de naciones más poderosas y de grandes reyes, y les pagaré según sus actos y según la obra que hicieron sus manos. Visión de la copa de la ira divina. Lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones: (Jeremías 25, 14)

  • Extendió lo que podía ser una mano y me agarró por los cabellos: inmediatamente el Espíritu me levantó entre el cielo y la tierra. Me llevó a Jerusalén en una visión divina hasta la entrada de la puerta que mira al norte, allí donde está el ídolo que provoca los celos del Señor. (Ezequiel 8, 3)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina