Encontrados 187 resultados para: Primero
«Que vayan primero los de la tribu de Judá, y les entregaré el país.» (Jueces 1, 2)
«Si me das la victoria, te sacrificaré el primero de los míos que salga de mi casa a mi encuentro cuando vuelva del combate. Este será para Yavé y te lo sacrificaré por el fuego.» (Jueces 11, 31)
Al cuarto día se levantaron de madrugada y el levita se dispuso a partir; el padre de la joven le dijo a su yerno: «Come primero un poco de pan para cobrar ánimo, y luego te marcharás.» (Jueces 19, 5)
Partieron, pues, y subieron a Betel, donde consultaron a Dios. Los israelitas preguntaron: «¿Quién de nosotros subirá primero a combatir a los hijos de Benjamín?» Y Yavé respondió: «Judá subirá primero.» (Jueces 20, 18)
«¡Que Yavé te bendiga, hija mía, replicó él, pues este acto tuyo de piedad es mayor que el primero, ya que no has elegido a hombres jóvenes, ricos o pobres! (Rut 3, 10)
Y si el hombre le decía: «Que primero se queme la grasa y después toma todo lo que desees», el sirviente le respondía: «No, me lo das inmediatamente o te lo quitaré por la fuerza.» (1 Samuel 2, 16)
Saúl levantó un altar a Yavé en aquel lugar, siendo éste el primero que le erigió. (1 Samuel 14, 35)
Primero fue rey de Judá durante siete años y medio, y tenía por capital Hebrón. Después, teniendo por capital Jerusalén, reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá. En total fueron cuarenta años. (2 Samuel 5, 5)
En este momento, el centinela dijo: «Por el modo de correr, el primero me parece Ajimás, hijo de Sadoc.» David respondió: «Es un hombre valioso; por tanto, trae buenas noticias.» (2 Samuel 18, 27)
porque reconozco que he pecado y por eso hoy he sido el primero en la tribu de José en venir a su encuentro.» (2 Samuel 19, 21)
Primero estaba la casa o palacio «Bosque del Líbano», de cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho y quince de alto. Se alzaba sobre cuatro filas de columnas de cedro que soportaban soleras de cedro. (1 Reyes 7, 2)
Elías le dijo: «No temas, vete a tu casa a hacer lo que dijiste. Pero primero hazme un panecito a mí y tráemelo, y después te lo haces para ti y tu hijo. (1 Reyes 17, 13)
