Encontrados 82 resultados para: Padán-Aram

  • Yavé le dijo: «Vuelve por donde viniste atravesando el desierto y anda hasta Damasco. Tienes que establecer a Jazael como rey de Aram, (1 Reyes 19, 15)

  • Ben-Hadad, rey de Aram, reunió a sus treinta y dos príncipes con todo su ejército, su caballería y sus carros y subió con ellos para sitiar a Samaria y apoderarse de ella. (1 Reyes 20, 1)

  • El profeta volvió donde el rey de Israel para decirle: «Ten ánimo, reflexiona y prepárate, porque el año que viene, el rey de Aram volverá a atacarte.» (1 Reyes 20, 22)

  • Los servidores del rey de Aram le dijeron: «Los dioses de Israel son dioses de los cerros, por esto nos derrotaron. (1 Reyes 20, 23)

  • Transcurrieron tres años sin guerra entre Aram e Israel. (1 Reyes 22, 1)

  • El rey de Israel dijo a sus servidores: «Ustedes saben que Ramot de Galaad nos pertenece y no hacemos nada para rescatarla de manos del rey de Aram.» (1 Reyes 22, 3)

  • Uno, llamado Sedecías, hijo de Canana, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: «Dice Yavé: Con estos cuernos herirás a Aram hasta matarlo.» (1 Reyes 22, 11)

  • Ahora bien, el rey de Aram había ordenado a los jefes de los carros: «No ataquen a ninguno, chico o grande, sino sólo al rey de Israel.» (1 Reyes 22, 31)

  • Naamán era el jefe del ejército del rey de Aram. Este hombre era muy estimado. Gozaba del favor del rey porque Yavé se había valido de él para conducir a la victoria el ejército de los arameos. Pero este valiente estaba enfermo de lepra. (2 Reyes 5, 1)

  • Le dijo el rey de Aram: «Anda donde el profeta y además mandaré una carta al rey de Israel.» Naamán, pues, se fue tomando diez barras de oro, seis mil monedas de plata y diez vestiduras. (2 Reyes 5, 5)

  • Al leer la carta el rey, rasgó sus vestidos para manifestar su indignación: «Yo no soy Dios para dar muerte o vida. ¡Y el rey de Aram me manda a este hombre para que lo sane! Reconozcan y vean que busca pretextos de guerra.» (2 Reyes 5, 7)

  • En el tiempo que el rey de Aram organizaba expediciones contra Israel, celebró consejo con sus oficiales y les dijo: «Vamos a asaltar tal pueblo.» (2 Reyes 6, 8)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina