Encontrados 104 resultados para: Malvados

  • Los hijos de los pecadores formarán una raza detestable, buena para llenar las casas de los malvados. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 5)

  • Ay de ustedes, hombres malvados, que abandonaron la ley del Altísimo. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 8)

  • Josué siguió siempre al Todopoderoso. En tiempos de Moisés, junto con Caleb, hijo de Jefuné, actuó bien oponiéndose a la multitud, trató de apartar al pueblo del pecado y de hacer callar las murmuraciones de los malvados. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 7)

  • ¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de crímenes, raza de malvados, hijos perversos! Han abandonado a Yavé, han despreciado al Santo de Israel. (Isaías 1, 4)

  • ¡Cómo ha terminado el tirano y acabado su arrogancia! Yavé ha roto el palo de los malvados, el bastón de los opresores, (Isaías 14, 5)

  • pues ya no habrá más opresor. Habrá desaparecido el que se reía de todos y habrán sido eliminados todos los malvados, (Isaías 29, 20)

  • Porque él también es hábil en proporcionar desgracias, y no cambia su palabra. Se opondrá a la banda de los malvados y al socorro que esperaban los malos. (Isaías 31, 2)

  • Pero no hay paz para los malvados, dice Yavé. (Isaías 48, 22)

  • Pero los malvados son como un mar con tormentas, que no puede calmarse, y cuyas aguas revuelven el fango y el barro.» (Isaías 57, 20)

  • «No hay paz para los malvados», dice mi Dios. (Isaías 57, 21)

  • Así ha dicho Yavé: «A todos mis malvados vecinos, que han invadido la propiedad que yo le había regalado a mi pueblo Israel, los voy a arrancar de su suelo. Y a la casa de Judá la arrancaré de en medio de ellos. (Jeremías 12, 14)

  • Te protegeré contra los malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.» (Jeremías 15, 21)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina