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La víctima por el delito se sacrificará en el mismo lugar donde se sacrifica la víctima del holocausto y su sangre será derramada en el altar y en su derredor. (Levítico 7, 2)
Todo varón de entre los sacerdotes podrá comerlo; se comerá en lugar sagrado, pues es cosa muy santa. (Levítico 7, 6)
Cualquiera fuere el lugar donde vivan, no comerán sangre, bien sea de animal, o de ave. (Levítico 7, 26)
Ustedes lo comerán en lugar santo, ya que es la parte que te corresponde a ti y tus hijos en los sacrificios por el fuego para Yavé, según se me ha ordenado. (Levítico 10, 13)
Tú, y contigo tus hijos e hijas, comerán también en lugar puro el pecho que ha sido mecido y el pernil que ha sido separado, pues son la parte que te corresponde a ti y tus hijos en los sacrificios de comunión que los hijos de Israel me presentan. (Levítico 10, 14)
y dijo: «¿Por qué no comieron en lugar sagrado la víctima del sacrificio de expiación? Pues era cosa muy santa que se les daba a ustedes para quitar la falta de la comunidad y para conseguir de Yavé su perdón. (Levítico 10, 17)
Debían haberla comido en lugar sagrado, según les había ordenado, puesto que su sangre no había sido llevada al interior del santuario.» (Levítico 10, 18)
pero si en su lugar aparece un tumor blanco, o una mancha blanca y rojiza, entonces la persona tendrá que presentarse al sacerdote. (Levítico 13, 19)
aquella persona se afeitará menos en el lugar de la tiña, y el sacerdote la recluirá otra vez por siete días. (Levítico 13, 33)
Luego sacrificará el cordero en el lugar donde se sacrifica el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar puro; porque la víctima por el pecado, tanto como la víctima por el delito, pertenece al sacerdote: es una cosa muy santa. (Levítico 14, 13)
untará con el aceite que tiene en su mano el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el del pie derecho, en el lugar donde puso la sangre de la víctima por el delito. (Levítico 14, 28)
mandará arrancar las piedras manchadas y arrojarlas fuera de la ciudad en un lugar impuro. (Levítico 14, 40)