Encontrados 450 resultados para: Jefes
Godolías, hijo de Ajigam, nieto de Safán, les hizo este juramento a ellos y a su gente: «No teman a los jefes de los caldeos, quédense en el país, obedezcan al rey de Babilonia y en todo les irá bien. (Jeremías 40, 9)
Joanán, hijo de Carea, y todos los jefes guerrilleros se presentaron a Godolías en Mispá, (Jeremías 40, 13)
Joanán, hijo de Carea, y los jefes del ejército se llevaron al resto de la población de Judá, a los que habían estado desparramados por todas partes y que habían regresado a Judá para vivir allí. (Jeremías 43, 5)
Espada para los caldeos, para los babilonios, sus jefes y sus sabios. (Jeremías 50, 35)
Alisten las naciones para el ataque, el rey de Media, sus gobernadores, todos sus jefes y todos los países que están bajo su imperio. (Jeremías 51, 28)
Haré emborracharse a sus jefes y a sus sabios, a sus gobernantes, funcionarios y soldados, que caerán en un sueño eterno para no despertar más. ¡Así lo declara el Rey, que se llama Yavé de los Ejércitos! (Jeremías 51, 57)
En Ribla mandó degollar a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y lo mismo hizo con todos los jefes de Judá. (Jeremías 52, 10)
Ha perdido la Hija de Sión toda su gloria, sus jefes parecían carneros que no encuentran pasto, iban caminando sin fuerzas delante del que los arreaba. (Lamentaciones 1, 6)
Por eso el Señor cumplió la palabra que había pronunciado en contra nuestra, contra nuestros gobernantes que gobernaron a Israel, contra nuestros reyes y nuestros jefes, tanto en Israel como en Judá. (Baruc 2, 1)
En seguida el Espíritu me llevó a la puerta de la Casa de Yavé que mira al este. A la entrada de la puerta había veinticinco hombres entre los cuales divisé a Jezanías, hijo de Azur y a Peltía, hijo de Banaías, jefes del pueblo. (Ezequiel 11, 1)
Grita, hijo de hombre, lanza alaridos, porque está destinada a mi pueblo, a todos los jefes de Israel. Serán pasados a espada junto con el pueblo, ¡golpéate de desesperación! (Ezequiel 21, 17)
Los jefes de Israel no han hecho más que derramar sangre, cada uno por su cuenta. (Ezequiel 22, 6)
