Encontrados 46 resultados para: Injusticia

  • Les dirás a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo salvará si después se pone a pecar, y la maldad del malo no lo hará caer después que se haya apartado de su maldad; por la misma razón que el justo, vivirá. 13. Aunque yo le haya dicho al justo: ¡Vivirás!, si se queda en sus méritos y se dedica a cometer injusticias, quedará en el olvido su justicia y morirá debido a la injusticia que haya cometido. (Ezequiel 33, 12)

  • Desde el momento que el justo se aparta de la injusticia y comete algo injusto, eso mismo lo hace morir. (Ezequiel 33, 18)

  • Pero ustedes han sembrado el mal, han cosechado la injusticia y se han comido el fruto de la mentira. Ya que tú te sientes orgulloso de tus carros y de tu ejército numeroso, (Oseas 10, 13)

  • Pobres de ustedes que meditan la injusticia, que toda la noche traman el mal, y al amanecer lo ejecutan cuando está a su alcance. (Miqueas 2, 1)

  • ¿Por qué me obligas a ver la injusticia? ¿Acaso tus ojos soportan la opresión? Sólo observo robos y atropello y no hay más que querellas y altercados. (Habacuc 1, 3)

  • Sin embargo, en su interior está Yavé, el Justo, el que cada mañana dicta sus sentencias. El es fiel como la salida del sol, y nunca comete injusticia. Pero el injusto ni siquiera se siente avergonzado. (Sofonías 3, 5)

  • Pablo iba a contestar, cuando Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de una injusticia o de algún crimen, sería correcto que yo los escuchara. (Hecho de los Apóstoles 18, 14)

  • En ellos no se ve más que injusticia, perversidad, codicia y maldad. Rebosan de envidia, crímenes, peleas, engaños, mala fe, chismes (Carta a los Romanos 1, 29)

  • y en cambio habrá sentencia de reprobación para quienes no han seguido la verdad, sino más bien la injusticia. (Carta a los Romanos 2, 8)

  • De todos modos ya es una desgracia que haya entre ustedes pleitos, pero, ¿por qué mejor no soportan la injusticia? ¿Por qué no aceptan perder algo? (1º Carta a los Corintios 6, 7)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina