Encontrados 22 resultados para: Honra

  • Ponte en pie ante un anciano y honra a las personas mayores; esto es temer a tu Dios: ¡yo soy Yavé! (Levítico 19, 32)

  • Honra a tu padre y a tu madre, como Yavé, Dios tuyo, te lo tiene mandado, y tus días se prolongarán por mucho tiempo y te irá bien en la tierra que Yavé, tu Dios, te da. (Deuteronomio 5, 16)

  • el que menosprecia al criminal, pero honra a los que temen al Señor; (Salmos 15, 4)

  • Me honra el que da gracias con sacrificios, pero al que va por camino recto, le haré ver la salvación de Dios". (Salmos 50, 23)

  • Imagínese a un padre afligido por la muerte prematura de su hijo; manda hacer una imagen de él, y luego honra como dios al que no era más que un difunto. Transmite a su familia ritos y ceremonias, (Sabiduría 14, 15)

  • el que honra a su madre se prepara un tesoro. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 4)

  • Actúa así, honra a tu padre de palabra y de hecho, y su bendición se hará realidad para bien tuyo. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 8)

  • Honra a tu padre con todo tu corazón; no olvides nunca que tu madre sufrió por ti. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 27)

  • Teme al Señor y honra al sacerdote; dale su parte como se te ha mandado: las primeras cosechas de tu campo, el sacrificio por el pecado, el lomo de las víctimas, las ofrendas santas y las primicias de las cosas sagradas. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 31)

  • Siete mujeres se pelearán por un solo hombre en ese día, y le suplicarán: «Nos alimentaremos por nuestra cuenta, y lo mismo nos vestiremos nosotras, permítenos solamente llevar tu apellido, para salvar así nuestra honra.» (Isaías 4, 1)

  • Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé. (Isaías 25, 8)

  • El Señor ha dicho: «Este pueblo me ofrece tan sólo palabras, y me honra con los labios, pero su corazón sigue lejos de mí. Su religión no vale, pues no son más que enseñanzas y obligaciones humanas. (Isaías 29, 13)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina