Encontrados 49 resultados para: Fama

  • no deben ignorarlas nuestros hijos. A la futura generación le contaremos la fama del Señor y su poder, las maravillas que él ha realizado. (Salmos 78, 4)

  • Su Santuario quedó vacío como el desierto, y sus fiestas se convirtieron en días de luto, sus sábados fueron burlados, y su fama se cambió en desprecio. (1 Macabeos 1, 39)

  • los objetos preciosos que hacían su fama fueron llevados como botín, sus niños fueron asesinados en las plazas, y sus jóvenes pasados por la espada de los enemigos. (1 Macabeos 2, 9)

  • Acuérdense de las hazañas que nuestros padres cumplieron en su tiempo, y alcancen también ustedes la gloria y la fama que no perecen. (1 Macabeos 2, 51)

  • y reunió a los que estaban por desaparecer. Por eso llegó su fama hasta los extremos del mundo. (1 Macabeos 3, 9)

  • La fama de su nombre llegó al rey, y los pueblos paganos contaban sus batallas. (1 Macabeos 3, 26)

  • Se sacrificó para salvar a su pueblo y ganarse una fama eterna. (1 Macabeos 6, 44)

  • Nos alegramos mucho de su prosperidad y fama. (1 Macabeos 12, 12)

  • Razis, uno de los Ancianos de Jerusalén, fue denunciado a Nicanor como varón muy patriota, de muy buena fama y llamado por su bondad «padre de los judíos». (2 Macabeos 14, 37)

  • se adquiere una alegría superior gracias a su amistad, una riqueza perdurable gracias a sus desvelos, la inteligencia cuando se ejercita en entenderla, y la fama en las conversaciones con ella. Salí pues en su busca para traerla a mi casa. (Sabiduría 8, 18)

  • Todos tuvieron fama en su vida y fueron un motivo de orgullo para sus contemporáneos. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 7)

  • Luego vinieron los Jueces: cada uno de ellos tiene su propia fama. Su corazón no se vendió a los falsos dioses, y no se apartaron del Señor. ¡Que sean benditos para siempre! (Sirácides (Eclesiástico) 46, 11)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina